La presencia de pellets de plástico en la costa cantábrica española, como resultado del vertido del buque Toconao, generó numerosas reacciones sobre su impacto en la salud humana desde el ámbito político y económico. Sin embargo, ¿qué nos dicen realmente aquellos que llevaron a cabo estudios científicos y comprobaciones?
Hace décadas, la ciencia demostró que el plástico presente en el medio ambiente, como las 26,2 toneladas de bolitas del Toconao o aquel que envuelve nuestros alimentos y bebidas, penetra en el cuerpo humano junto con los posibles tóxicos que pueda contener.
Elementos tóxicos encontrados en pellets
Un informe realizado por la Universidad de A Coruña identificó hasta 14 elementos tóxicos en muestras de pellets recolectados en una playa de Muxía.
Los científicos clasificaron las partículas de plástico encontradas en casi todos los órganos, tejidos y membranas del cuerpo humano en dos categorías: microplásticos (de menos de 5 milímetros) y nanoplásticos (con diámetros inferiores a 0.001 milímetros).
Ingestión de microplásticos durante embarazo y lactancia
Dos investigaciones realizadas por un grupo especializado de científicos italianos demostraron que muchos bebés ingieren microplásticos mientras se están formando en el vientre de sus madres y/o los consumen a través de la leche materna.
Presencia de plástico en la circulación sanguínea
Un proyecto de investigación holandés llamado Immunoplast demostró que tanto las partículas micro como nanoplásticas están presentes en la circulación sanguínea del cuerpo humano, representando una «amenaza para la salud pública».
Otro grupo de investigadores provenientes de la Universidad británica Hull constató la presencia de partículas microplásticas incluso en áreas muy profundas del pulmón durante procedimientos quirúrgicos realizados a pacientes vivos.
Efectos del plástico en el cerebro
La presencia de plástico en la circulación sanguínea llevó a los científicos a descubrir su capacidad para evadir el control de seguridad del cerebro y provocar una inflamación continua similar a enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.
El equipo del Instituto de Investigación Sanitaria (IBS) asoció niveles altos del contaminante Bisfenol A con problemas cognitivos y comportamentales evidenciados durante la adolescencia.
Alteraciones intestinales causadas por microplásticos
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) corroboraron que la digestión de microplásticos disminuye la cantidad de bacterias beneficiosas presentes en el colon, lo cual podría alterar el equilibrio intestinal y afectar la salud.
La ciencia también comprobó que hay partículas de plástico en otros órganos como el hígado, el bazo o los riñones, y sigue muy de cerca su influencia en problemas de fertilidad y dolencias como la diabetes, enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
Potencial del plástico para inducir cáncer a largo plazo
Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona hizo una revisión bibliográfica sobre el potencial de los microplásticos y nanoplásticos para inducir el cáncer a largo plazo, concluyendo que estos contaminantes son capaces de inducir efectos relacionados con el desarrollo del cáncer en humanos.
