La protesta de agricultores en Francia registró este martes una víctima mortal, una mujer de 35 años que participaba en un bloqueo y fue arrollada accidentalmente por un coche. Esto llevó al presidente francés, Emmanuel Macron, a pedir a su Gobierno soluciones tras cinco días de manifestaciones.
A pesar de la reunión celebrada el lunes entre el primer ministro, Gabriel Attal, y representantes de sindicatos de agricultores para aplacar la ira del sector, las movilizaciones continuaron este martes con cortes en al menos seis carreteras o autopistas.
En una de ellas falleció Alexandra Sonac, agricultora de 35 años que participaba en la protesta junto a miembros de su familia. Su hija de 14 años resultó gravemente herida.
Demanda por exceso normativo y restricciones
Los agricultores se quejan del exceso de normas y burocracia, así como las crecientes restricciones para el acceso al agua de riego. También critican algunos aspectos de la Política Agraria Común (PAC) de la UE, las medidas sobre fitosanitarios del Green Deal y los acuerdos europeos de libre comercio.
Los convocantes de las movilizaciones han advertido que seguirán con sus protestas si no se toman medidas pronto.
Otro importante sindicato francés llamado Coalición Rural mostró escepticismo sobre la voluntad del Ejecutivo galo. «No nos quedaremos satisfechos con meros trucos de comunicación», manifestó su líder, Christian Convers.
Ministro de Agricultura enfrenta críticas
El ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, compareció este martes en la Asamblea Nacional enfrentándose tanto a la derecha del macronismo como a su izquierda.
Solidaridad y demandas del sector
El ministro de Agricultura se desplazó más tarde a la ciudad de Pamiers para mostrar solidaridad por la muerte de la mujer e insistió en la necesidad de «escuchar y responder» a las demandas del sector.
Movimiento ampliado
El Ejecutivo de Macron no solo enfrenta la indignación de los agricultores. Algunos pescadores y camioneros también se han unido a este movimiento de reivindicación, críticos con unas normas europeas que consideran que les perjudican.
«De los pescadores a los agricultores, hay una coalición de la ira», constató el joven político, quien aseveró que Bruselas quiere la muerte de la agricultura francesa.
Fuente: EFE
