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El creciente aumento de mujeres en seminarios religiosos en Afganistán: una alternativa educativa forzada

La educación femenina prohibida en Afganistán / Internet
Increíble aumento de mujeres matriculadas en seminarios religiosos en Afganistán. Descubre por qué estas valientes jóvenes encuentran en ellos su única opción académica

El número de mujeres que se matriculan en seminarios religiosos en Afganistán está aumentando, ya que están vetadas en las escuelas secundarias y universidades. Estos seminarios son la única opción académica disponible para ellas, donde los talibanes enseñan su estricta interpretación de la ley islámica.

Sahar, una exalumna de secundaria de 15 años, es una de las millones de adolescentes que han ingresado a estos seminarios religiosos dirigidos por los talibanes como último recurso para continuar con su formación académica. «No tengo ninguna opción para continuar mi educación. En los seminarios, al menos puedo aprender sobre mi santa religión», dijo a EFE.

Contenido y especialización en los seminarios

En estos seminarios, las alumnas aprenden lo básico de la lectura del Corán y lo memorizan, que está escrito en árabe. También aprenden sobre las enseñanzas y dichos del Profeta para luego especializarse en lecturas más avanzadas como jurisprudencia o opiniones islámicas. Así lo explicó el profesor Qari Mohammad Saleh Islampur a EFE.

La falta de opciones educativas para las mujeres afganas

Hace dos años, los estudios religiosos ya formaban parte del programa académico tanto para hombres como mujeres en Afganistán con el gobierno depuesto. Sin embargo, ahora son la única alternativa para seguir estudiando después del veto a la educación femenina secundaria que luego se extendió a la universitaria y superior.

«Cuando todas las puertas profesionales se cierran ante las niñas, es evidente que tienen que ingresar a los seminarios», dijo resignada la activista afgana Nahid Noor a EFE.

Promesas incumplidas de los talibanes

A pesar de que los talibanes prometieron a las mujeres afganas que podrían regresar a las aulas una vez que se adaptaran los contenidos a la ley islámica o sharia, muchos líderes fundamentalistas se niegan a permitir que las mujeres estudien materias alejadas de la religión. Entre ellos se encuentra el ministro del temido Ministerio de la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, Mawlawi Khalid Hanafi, quien ha insistido en múltiples ocasiones en que solo se permitirán los estudios religiosos para las mujeres y no la educación moderna.

Preocupaciones sobre el control ideológico

Según datos del Ministerio de Educación del gobierno talibán, alrededor de 10 millones de alumnos, incluyendo 4 millones de niñas, realizan sus estudios religiosos en más de 19.571 escuelas especializadas en el país. La creciente presencia de mujeres en estos seminarios bajo el poder de los fundamentalistas preocupa a eruditos y expertos religiosos, quienes consideran que el gobierno utiliza esta única vía para imponer su ideología y costumbres pastunes entre las generaciones más jóvenes.

Voces críticas hacia la falta de opciones educativas

«Los estudios islámicos son buenos, pero ¿por qué los talibanes deciden cambiar el plan de estudios tanto para los seminarios como para la educación moderna cuando ya tenemos un plan integral?», cuestiona Mulavi Sayed Ibrar, erudito. El erudito islámico Mawalawi Mohammad Amin también cree que el Islam valora por igual tanto los estudios religiosos como la educación moderna capaz de formar a las mujeres en profesiones demandadas en el país, como maestras, policías, doctoras, economistas y expertas en agricultura.

La educación femenina prohibida en Afganistán

Sin embargo, la educación religiosa no sustituye a la educación secundaria y universitaria que tanto anhelan las mujeres afganas y cuya esperanza de recuperar cada vez se reduce más. «Mi sueño era ser economista, pero ahora no puedo lograrlo», lamentó Madian, una estudiante de 17 años que ingresó recientemente a un seminario y extraña su vida anterior cuando se permitía la educación mixta en las aulas.

Afganistán es actualmente el único país del mundo que prohíbe la educación femenina. Según un informe reciente de la agencia humanitaria Care International, esta medida ha costado a la economía afgana unos estimados 5.400 millones de dólares. Además, el organismo señala que actualmente el 80 por ciento de las niñas y mujeres jóvenes afganas en edad escolar, unas 2,5 millones de personas, no están escolarizadas.

Fuente: EFE


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