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Expertos advierten sobre riesgos de la “positividad tóxica” en nuestra salud mental

Muchos problemas psicológicos no dependen de la persona, sino del lugar que ocupa en el entramado social, sostienen expertos. Foto: Shutterstock
"¿Te sientes presionado(a) por mostrar siempre felicidad? Descubre por qué el falso semblante es agotador y cómo cultivar un enfoque equilibrado hacia el bienestar aceptando todas tus emociones".

En la sociedad actual, se hace común utilizar lemas como «todo irá bien», «sonríe siempre» o «sé feliz» como una forma de superar dificultades y mantener una actitud positiva. Sin embargo, expertos advierten que caer en este enfoque constante de positividad tiene riesgos.

Uno de los términos que ganó popularidad en los últimos años es el de «positividad tóxica», que se refiere a mostrar una positividad constante en todo momento. Expertos identificaron cinco consecuencias negativas de esta «positividad tóxica» y cómo evitar caer en ellas.

La primera consecuencia es la supresión de emociones negativas. Al estar constantemente enfocados en lo positivo, tendemos a negar nuestras emociones genuinas, lo cual puede afectar nuestra salud mental.

«Está bien no estar bien». Es el mantra de los psicólogos que advierten contra la positividad tóxica, la corriente del «good vibes only» que ha ganado impulso en los últimos años.

Los especialistas recomiendan practicar la aceptación y el procesamiento saludable de nuestras emociones, encontrando canales adecuados para expresarnos como hablar con un amigo cercano o realizar actividades creativas.

Otra consecuencia, es la invalidación de las experiencias negativas de los demás.

La positividad constante puede llevarnos a minimizar e ignorar los sentimientos de los demás, lo cual afecta nuestras relaciones sociales. Es importante escuchar activamente y genuinamente a los demás, aceptando y reconociendo sus sentimientos sin juzgarlos ni minimizarlos.

La presión por mantener una apariencia constante de felicidad es otra consecuencia mencionada por los especialistas. Esto puede resultar agotador y desgastante ya que la felicidad es un sentimiento esporádico. Cultivar un enfoque equilibrado hacia el bienestar implica aceptar la gama completa de emociones y practicar la gratitud y empatía hacia uno mismo.

La positividad tóxica también puede llevarnos a negar el sufrimiento y carecer de resiliencia. Al evitar enfrentar desafíos y buscar apoyo, obstaculizamos nuestro crecimiento personal y nuestra capacidad para superar adversidades. Los expertos recomiendan trabajar en la aceptación de los desafíos como oportunidades, además de buscar ayuda de seres queridos o profesionales en el área.

Por último, se destaca que la positividad tóxica puede llevar a una pérdida de autenticidad al tratar de cumplir estándares y expectativas impuestas por los demás. Es importante conectar con uno mismo, establecer límites saludables y aceptarse tal como somos, con imperfecciones y cualidades.

Mantener una actitud positiva puede ser beneficioso en diferentes situaciones; sin embargo, es crucial tener en cuenta los extremos de esta positividad. Encontrar un equilibrio entre las emociones es imprescindible para vivir de manera más auténtica, conectada y saludable.

/WMC


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