The Strongest clavó sus garras sobre River Plate, de Argentina, sin miramientos la noche del martes y por intermedio del delantero Enrique Triverio conquistó una victoria contundente de 3-1 en el estadio “Hernando Siles”, en el inicio soñado en la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Con un doblete, Triverio colocó a The Strongest en la punta del grupo “D” de la Libertadores, asegurando la victoria en el primer período y Castillo fue el encargado de sellar la sumatoria de los tres puntos para mandar una alerta a Fluminense (Brasil) y Sporting Cristal (Perú), los próximos rivales.
Los primeros minutos del juego fueron a favor de los “millonarios”, que tuvieron dos ocasiones para inquietar al arquero Guillermo Viscarra, quien salvó su pórtico en dos jugadas, un cabezazo de Paulo Díaz y un remate de Rodrigo Aliendro.
Después de esos sustos, de manera progresiva el cuadro de Achumani fue ganando presencia en el campo con Triverio como el articulador de la ofensiva. El delantero argentino fue derribado por el arquero Franco Armani a los 25 minutos dentro del área. El 1-0 fue anotado por el mismo Triverio, a los 25 minutos, con un remate certero desde los 12 pasos.
La cuenta fue ampliada a 2-0 por Triverio con un remate de frente al arco, a los 35 minutos, ingresando desde atrás libre de marcación, aprovechando una cortina que hizo Eugenio Isnaldo, tras robar un balón en salida.
En el final de este período volvió a subir la emoción con las llegadas de peligro en los dos pórticos, anticipando que en el complemento ese sería el ritmo que aplicarían estos planteles, pero fue el “tigre” que madrugó con el 3-0.
En el primer tiro de esquina del segundo período, los aurinegros colocaron el 3-0 con un frentazo de Gonzalo Castillo, quien apareció en el segundo palo para conectar un desvío de Jaime Arrascaita en un centro de tiro de esquina a los 49 minutos.
El descuento fue anotado a los 65´ por Lucas Beltrán a través de un tiro penal, ese gol fue un premio a la perseverancia de los argentinos frente a la adversidad. Sin embargo, fue insuficiente para cambiar el marcador y en la recta final el “tigre” fue calculador con sus movimientos.
