Impacto Salud

Inyección para esterilizar gatas abre una vía alternativa a la cirugía

Una mascota anestesiada / INTERNET
Con nuestra nueva inyección para esterilizar, no hay necesidad de preocuparse por los efectos secundarios o el dolor postoperatorio.

Un método alternativo a la cirugía ha sido desarrollado por investigadores estadounidenses, permitiendo la esterilización de gatas durante cuatro años con una sola inyección.

El método consiste en introducir una hormona llamada antimülleriana (HAM) en el organismo de los animales mediante una inyección de virus, lo que inhibe la ovulación y evita la gestación.

Estudio muestra eficacia del método

Algunos gatos en la sala de estudio / RRSS

El estudio se llevó a cabo con nueve gatas, seis tratadas y tres como grupo de control. Los primeros datos muestran la eficacia del método y ninguno de los animales tratados quedó preñado ni presentó efectos secundarios cuatro años después de la prueba.

Proteína natural producida por las hembras

William Swansson, autor principal del estudio, explica que se trata de una proteína natural producida por las hembras y que su concentración elevada frena la ovulación e incluso puede tener un efecto protector frente a patologías como la hiperplasia endometrial quística o la piómetra.

El objetivo es convertir esta inyección en una alternativa permanente a la intervención quirúrgica para castrar a las gatas con una sola dosis, aunque reconocen que todavía queda mucho trabajo por hacer.

Laura Abril, investigadora postdoctoral en Veterinaria en la Universidad de Murcia, que no fue parte del estudio publicado en Nature Communications, sostiene que es necesaria una muestra mayor para determinar si existe algún riesgo asociado al uso de esta inyección.

Animales siguen en observación

Swansson aclara que el objetivo era usar pocos animales para asegurarse de su eficacia antes de trabajar con un número mayor. Aunque califica el hallazgo como muy bueno, asegura que deben asegurarse de que se mantenga durante al menos cinco o diez años.

Las gatas siguen en observación y se les hacen revisiones rutinarias para comprobar si desarrollan efectos secundarios.

/RAC


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