La Juventus sigue cambiando su piel. Su revolución, sin embargo, no ha empezado ahora. Todo ha cambiado en 2018, cuando la “Vecchia Signora” decidió tirar la casa por la ventana por Cristiano Ronaldo, convencida de que era lo que faltaba para romper el gafe con la Champions League. Con el portugués, al revés, los turineses empeoraron su rendimiento año tras año, cambiando tres entrenadores en tres temporadas (Allegri, Sarri, Pirlo), sumando ridículos resultados europeos (ante Ajax, Lyon y Oporto) y terminando la legendaria racha de scudetti después de nueve seguidos.
La que acabó en mayo ha sido la primera temporada sin títulos desde hace una década, algo que sonó como una señal clarísima: toca cambiar, y mucho. Vlahovic adelantó en enero una revolución que continuó con los adioses de Chiellini, Dybala, Morata y Bernardeschi. Y podrían llegar más.
Mientras, en estos días se incorporan dos experimentados, ambos agentes libres, que demuestran las ganas juventinas de querer volver a dar miedo: Ángel Di María y Paul Pogba. El argentino ha llegado el jueves a Turín y pasará este viernes su reconocimiento médico con los italianos, que le estuvieron esperando durante semanas. Su prioridad era jugar un año en la Liga, pero, a falta de propuestas, decidió vivir una aventura en el Calcio, donde ganará 7 millones netos hasta 2023. La expectación es máxima: Buffon declaró que el “fideo”, en esta Serie A, sería “como Maradona”, y muchos creen que no se equivoca. Después, será el turno del francés, que firmará por tres temporadas con opción para otra más.
Ganará unos 8 millones netos más variables, bastante menos de lo que habría podido ofrecerle el PSG, pero el “pulpo” tenía demasiadas ganas de volver donde fue feliz y la Juve de abrazarle otra vez. Su mercado, no obstante, no acabará con estas incorporaciones. Uno de los próximos objetivos es Nicoló Zaniolo, para el que ya empezó la negociación con la Roma, que pide unos 50 millones de euros, y en Italia se vuelve a hablar del enésimo regreso de Morata (hubo reunión con sus representantes). Allegri quería un equipazo. Lo tendrá.
