La Comisión Electoral de Apelaciones ratificó la inhabilitación de Gary Soria, único candidato a las elecciones en Wilstermann, una decisión que profundiza la crisis institucional del club cochabambino, que debía celebrar sus comicios el 31 de julio.
Soria recibió la segunda bofetada en una semana. Primero fue inhabilitado de participar en la asamblea ordinaria eleccionaria por determinación de la Comisión Electoral de la FBF, tras observar que en su fórmula estaban incluidos dos familiares en primer grado y la sospecha de uno en tercer grado de parentesco.
El candidato, de profesión arquitecto, incluyó a sus hermanos Jhony y Ronald Soria Lazarte como sus vicepresidentes, yendo contra las disposiciones de ética establecidos por la Conmebol y la FIFA, una observación que la Comisión Electoral no dejó pasar.
Luego de hacer uso del recurso de apelación en el tiempo establecido, la Comisión Electoral de Apelaciones respondió con una confirmación sobre el fallo de la primera comisión y dejó en incertidumbre al club, que estaba siendo dirigido por Soria en segundo plano.
Esta decisión deja el contador aviador en cero, sin directorio reconocido, después de que Grover Vargas cumpliera su mandato en noviembre del año pasado y que extendió su estadía hasta mayo.
Soria va camino a las cinco semanas al mando del club rojo, desde aquella asamblea de socios en la cual Mario Guamán dejó a un lado su candidatura y dejó a Soria como único aspirante para que al día siguiente comience a invertir y resolver los problemas de la entidad.
Efectivamente, Soria cumplió con su palabra, hasta la fecha hizo un gasto de 130 mil dólares, de los cuales 70 mil fueron a dar a manos del defensor Ismael Benegas por una demanda laboral y que era un obstáculo para la habilitación de nuevos jugadores.
El actual plantel profesional fue construido bajo la aprobación de Soria, quien contrató al entrenador Álvaro Peña, dio paso al regreso del arquero Arnaldo Giménez y la incorporación de Vladimir Castellón, Matheo Zoch y José Alfredo Castillo. Además de estar en lista un refuerzo extranjero en camino.
