Los ataques aéreos fueron atribuidos a Turquía, durante las acciones murieron al menos ocho turistas en el Norte de Irak e hirieron a más de 20 personas, según informaron la presente jornada funcionarios kurdos iraquíes y el Ejército iraquí.
Cuatro misiles impactaron en la zona turística de Barakh, ubicada en el distrito de Zakho, en la región semiautónoma del Kurdistán; de acuerdo con el alcalde de ese distrito, Mushir Mohammed, todas las víctimas fueron reportadas como ciudadanos iraquíes.
Cientos de turistas iraquíes llegan a la región kurda desde el Sur durante los meses de verano, debido a que el clima es relativamente más fresco. Los lugares turísticos de Zakho están cerca de las bases militares establecidas por Turquía.
“Turquía bombardeó hoy dos veces el pueblo de Parakh”, confirmó a la AFP el jefe del distrito de Zakho, Mushir Bashir, al mismo tiempo de especificar que una mujer y un menor fueron identificadas como víctimas fatales del hecho.
El Gobierno iraquí condenó el ataque turco y anunció que acudirá al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para denunciar el hecho.
“Este ataque se considera un golpe a la seguridad de Irak y la estabilidad de su pueblo, y afirmamos nuestro categórico rechazo a estas violaciones que vulneran los pactos y las leyes internacionales”, remitió parte de un comunicado publicado por la Cancillería de Irak.
Como otra medida el primer ministro, Mustafa al-Kadhimi, envió una delegación a la zona del bombardeo, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Fuad Hussein, y ordenó una investigación para esclarecer el incidente lo antes posible, según informó la agencia de noticias AP.
En abril, Turquía lanzó su última ofensiva denominada Operación Cerradura de Garras, en partes del Norte de Irak. En 2019, iniciaron una serie de misiones transfronterizas para combatir al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), asentado en las regiones montañosas.
El PKK, que figura en la lista de organizaciones terroristas de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, dirigió una insurgencia en el Sureste de Turquía desde 1984 que ya dejó miles de personas muertas.
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