«Intensificar» las relaciones con América Latina y Caribe para ganar presencia política y comercial en una región en la que China se convirtió en un socio prioritario para muchos de sus países, fue el acuerdo de este lunes entre los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), por lo que el primer paso será desbloquear los pactos comerciales con México y Chile.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, indicó que lo más importante es invertir esfuerzo, en desbloquear los acuerdos con los dos mencionados países, informó al término de la reunión de ministros europeos en Bruselas.
«Los europeos tenemos que tomar conciencia de que hay vacíos que se llenan, nuestra presencia tiene que ser más intensa», señaló tras llamar la atención sobre la presencia «principal» de China como socio comercial de muchos países de la región y apuntar la disposición de los 27 a «revertir» esa situación, según reporte de la AFP.
El jefe de la diplomacia europea lamentó las trabas para ratificar la «modernización» de un acuerdo comercial que la UE y México firmaron hace dos décadas, confió que también pueda reactivarse el pacto con Chile una vez este país realice el referéndum constitucional previsto en septiembre, de modo que la firma definitiva ocurra «inmediatamente después» del plebiscito o en todo caso, «antes de final de año».
Sobre el acuerdo de libre comercio con México, Borrell afirmó que «es posible que algún país tuviese alguna precaución», por la que frenaba el proceso de ratificación, pero no puede «demorarse por más tiempo» y mencionó que «nadie» planteó ninguna objeción durante la reunión de este lunes.
Pese a la voluntad de dinamizar las relaciones comerciales y políticas con la región latinoamericana, Borrell indicó que el acuerdo con Mercosur tiene «otra complejidad», porque es un convenio nuevo que afecta a varios países y «tiene complicaciones evidentes» en el plano medioambiental.
«Es una cuestión más complicada porque hay que adaptar un acuerdo de 2019 incorporando preocupaciones de tipo medioambiental. Hace falta un trabajo técnico muy importante», finalizó Borrell, sin dar más detalles de las negociaciones para incorporar una declaración que saque el tratado del punto muerto en que permanece.
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