El alza en los niveles de inflación en Argentina y la creciente crisis se evidencian cada vez más, sobre todo desde hace un par de semanas que las masivas protestas se hacen cada vez más fuertes en el país vecino.
La inflación de Argentina subió 5.3% en junio, según el dato presentado por el Indec, la oficina oficial de estadística. El acumulado desde enero alcanzó el 36.2%, el más alto desde 1991, y 64% interanual.
Sin embargo, el dato de junio es una mala noticia para el Gobierno de Alberto Fernández, que esperaba una desaceleración de la subida del Índice de Precios al Consumidor (IPC) tras el 6.7% registrado en marzo, el 6% de abril y el 5.1% de mayo.
Las previsiones para julio son las peores: tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía, hace dos semanas, los precios en los supermercados y el del dólar que se vende en el mercado informal, se dispararon.
Por otro lado, el rubro Salud fue el que más subió el mes pasado un 7.4%, a causa del aumento en medicamentos y las cuotas de los servicios privados de medicina. Le siguieron el de “agua, luz y otros combustibles”, con el 6.8%, y “bebidas alcohólicas y tabaco”, con una subida del 6.7%.
El aumento en “alimentos y bebidas no alcohólicas” es la canasta que más impacta en las personas con menos recursos, fue del 4.6%, por debajo del promedio general. Sin embargo, cuando se mide el IPC , acumulado en alimentos desde enero el porcentaje asciende hasta el 39.9%, 3.7 puntos por arriba del promedio.
Las cifras de junio no hacen más que confirmar la escalada inflacionaria iniciada en Argentina en marzo, cuando la disparada internacional de los precios de la energía y los alimentos que siguió a la guerra en Ucrania impactó en toda la región. Desde entonces, el país sudamericano encadena cuatro meses de inflación mensual por arriba del 5%.
Con una fuerte caída de su imagen en las encuestas y objeto de críticas desde dentro y fuera del oficialismo, el Presidente argentino, Alberto Fernández, encara el último año y medio de su mandato entre la incertidumbre económica que deja la alta inflación y la polémica por la fiesta que celebró en el peor momento de la pandemia.
«La unidad depende de nosotros, es una decisión individual y no quiero que piensen como yo, pero lo primero es la gente», señaló el mandatario en declaraciones a la prensa.
Fernández atraviesa su índice de aprobación más bajo desde que asumió la Presidencia en el año 2019, además de un complicado contexto económico con pocas reservas en dólares, una inflación que posiblemente cierre en un 80%.
PROTESTAS
Varias agrupaciones marcharon por las principales avenidas en largas columnas hacia la Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires donde está la casa de Gobierno. Los militantes de esas organizaciones que vienen multiplicando sus protestas desde hace meses, exigen un bono especial de unos 20.000 pesos (unos 148 dólares) para hacer frente a la incesante subida de precios.
También piden un incremento del salario mínimo en la actualidad de 45.540 pesos ( 340 dólares) y la mejora de los programas laborales que brinda el Estado para que garanticen más empleos con los mismos derechos laborales de los que gozan las personas ocupadas en el sector formal.