Boris Johnson, dimitió este jueves como Primer Ministro del Reino Unido, bajo una insoportable presión tras perder el apoyo del Partido Conservador británico a raíz de incesantes escándalos, sin embargo, seguirá en el cargo hasta que sea elegido su sucesor.
«Es claramente la voluntad del grupo parlamentario conservador que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro», reconoció Johnson al anunciar su renuncia en un mensaje a la nación frente a la célebre puerta negra del número diez de Downing Street.
El Partido Conservador debe ahora elegir durante el verano a un nuevo dirigente para reemplazar a Johnson, probablemente a partir de octubre, como su líder y por consiguiente como jefe del Gobierno, según informó la agencia de noticias EFE.
Mientras tanto, el controvertido Johnson se declaró determinado a seguir dirigiendo al país y para dejar claro, la presente jornada, nombrara a nuevos ministros y secretarios de Estados para reemplazar al alúd de dimisionarios.
ANTECEDENTES
A principios de junio, Johnson sobrevivió a un voto de censura de sus propios diputados, debido al apoyo de 211 de sus 359 legisladores, pero los 148 votos en su contra hicieron patente que el descontento no dejaba de crecer. Según medios británicos, ahora solo contaría con el respaldo de 65 diputados.
En tanto, las medidas de presión se aceleraron a primera hora este jueves, cuando ya habían dimitido casi 60 miembros del Gobierno de Johnson, en una incesante sangría que comenzó el martes reciente con el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el de Sanidad, Sajid Javid.
En la misma línea, el nuevo titular de Finanzas, Nadhim Zahawi, nombrado el mismo martes, se sumó a quienes pidieron al primer ministro que se fuera.
«Sabe en su corazón qué es lo correcto, váyase ahora», escribió en una carta publicada en Twitter.
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