Las investigaciones sobre la adolescente de 15 años victimada por su padrastro, en Montero, indicaron que la madre prostituía a su hija. El dato fue divulgado por el fiscal asignado al caso, Nelson Illanes.
«La víctima dejó cartas póstumas donde reprocha a la mamá, tomando en cuenta que sería quien tenía conocimiento de los abusos sexuales que sufría por parte del padrastro y de terceras personas.
Asimismo se logró tomar conocimiento que los vecinos del lugar manifestaron que la madre acostumbraba a prostituir a la menor de edad», detalló el fiscal.
Hace un mes, la adolescente fue víctima de un rapto y de violación. El sábado fue encontrada sin vida y el lunes precedente sus restos fueron sepultados.
La fiscalía sentó en el banquillo de acusados al padrastro y a la madre, luego de descubrir que la víctima nuevamente había sido vejada y que la mamá trató de desviar la investigación, por lo que un juez determinó la detención preventiva de ambos.
Asimismo el fiscal Illanes detalló que, en un informe psicológico, la hermana menor de la fallecida, una niña de 5 años, contó que vio al padrastro herir a su hermana y colgarla con una soga.
Además, el informe forense certificó que la adolescente fue violada.
También manifestó que la madre terminó entregando las cartas a las autoridades, en las que la víctima le reprochaba la falta de ayuda. Todos estos elementos, más las versiones de los vecinos fueron presentados en la audiencia cautelar.
Al valorar todos estos elementos de prueba, el juez de Montero decidió enviar con detención preventiva por 180 días al padrastro Nicolás P.C., a la cárcel de Montero, imputado por el delito de violación agravada y feminicidio; mientras que a la mamá, por complicidad, a la cárcel de Palmasola.
El fiscal recordó que ambos imputados quisieron hacer creer que se trataba de un suicidio, alegando que la muchacha se habría ahorcado; sin embargo, la negativa a que los agentes asignados a la investigación verifiquen el lugar de los hechos levantó sospechas.
Por otra parte, la responsable de la Unidad de Víctimas Especiales (UVE), Silvia Mejía, indicó que la mamá de la víctima en una segunda visita a la casa entregó las cartas de su hija a las autoridades.
«En un inicio ella se negaba a entregar las cartas, esto demostraba que la mujer estaba ocultando algo. Cuando hizo uso de la palabra ante el juez ella negó todo y aseguró que el padrastro no tenía nada que ver», mencionó Mejía.
En cuanto a los hermanos de la adolescente victimada, Mejía señaló, que fueron trasladados a un albergue provisional de Montero, donde aún analizan si serán entregados a otros familiares cercanos o si serán derivados a una casa de acogida.
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