Desde que se declaró el estado de conflicto armado interno en Ecuador hace 53 días, las fuerzas de seguridad han llevado a cabo más de 138.000 operaciones conjuntas, con un promedio de más de 2.600 acciones diarias, resultando en la detención de más de 11.000 personas vinculadas al crimen organizado, según anunció el presidente Daniel Noboa.
Las detenciones se han realizado como parte de una intervención inmediata contra bandas criminales consideradas grupos terroristas por las autoridades ecuatorianas. Se han identificado al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes.
Neutralización de grupos terroristas
Al designar a estos grupos como beligerantes, el presidente ha habilitado a las Fuerzas Armadas y la Policía para actuar con todos los recursos necesarios para neutralizarlos. Hasta el último balance diario publicado por el gobierno, se reporta un total de 11.193 detenidos, incluyendo a 280 individuos acusados específicamente de «terrorismo».
Decomiso de armamento y drogas
En el marco del operativo, se han decomisado importantes cantidades de armamento y sustancias ilícitas: se incautaron 3.371 armas de fuego, más de 24.000 explosivos, aproximadamente 227.000 balas, así como también dinero en efectivo por un valor superior a los 293.000 dólares y más de 64 toneladas de drogas.
Impacto en la seguridad y la sociedad
Lamentablemente, tres miembros policiales perdieron la vida durante este proceso sin que se hayan registrado bajas entre los agentes encargados del despliegue del control. Este conflicto violento tuvo su origen cuando el gobierno decidió implementar una política firme para recuperar el control carcelario ante la presencia predominante interna de grupos delictivos dentro de las prisiones ecuatorianas.
Desde el año pasado hasta la fecha actual se contabilizan más de 450 presos asesinados en una serie masacres carcelarias derivadas principalmente por rivalidades entre bandos internos. La situación continúa siendo motivo constante preocupación para las autoridades y la población ecuatoriana ante la magnitud e impacto que ha tenido este conflicto armado interno en diversos aspectos sociales y políticos del país sudamericano.