Como parte del lanzamiento de la gran fiesta de Bolivia, Sabina Orellana Cruz, ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, en representación del gobierno nacional, entregó a Santiago Cruz, presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas y Autóctonas de Potosí (Affap), el certificado que declara a Ch`utillos y la Festividad de San Bartolomé y San Ignacio de Loyola como Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad. Este acto se llevó a cabo en las instalaciones de la Casa Nacional de la Moneda en la Villa Imperial el 22 de febrero del presente año.
La ministra Orellana expresó: «Hoy es un día de fiesta, no solo es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sino que también asumimos muchas responsabilidades como Estado y como Potosí».
Además, hizo un llamado a cuidar y proteger este patrimonio cultural. Presentó el afiche y el spot publicitario para el lanzamiento oficial de las diferentes actividades de la Festividad de Ch`utillos 2024, con el objetivo de mostrar la integración cultural y religiosa en torno a San Bartolomé.
Historia y Tradición Ancestral
La fiesta de Ch`utillos o Fiesta de San Bartolomé es una festividad anual celebrada en Potosí desde alrededor del año 1589. La tradición cuenta que San Bartolomé luchó contra el diablo y lo venció, dando origen a esta festividad que comienza sus actividades el 24 de agosto en el Santuario de San Bartolomé en Mullu Punku. Durante los días siguientes se realizan demostraciones culturales con danzas y músicas autóctonas que recorren las calles potosinas. Esta celebración destaca las industrias culturales y creativas así como la economía comunitaria local.
Protección del Legado Histórico
En 2019 desaparecieron documentos importantes relacionados con sitios patrimoniales bolivianos; hasta ahora solo se han recuperado diez. La ministra Orellana recordó este hecho al hacer hincapié en la importancia de proteger el patrimonio cultural. La declaración como Patrimonio Cultural e Intangible resalta la relevancia histórica y cultural no solo para Potosí sino para toda Bolivia. La festividad representa una oportunidad para promover la diversidad cultural y fortalecer los lazos comunitarios en torno a las tradiciones locales.