El delegado de la Defensoría del Pueblo en Oruro, Juan Carlos Arroyo, destacó el viernes 16 de febrero que persiste el hacinamiento en las cárceles de la ciudad y que se trata de un problema estructural que requiere una solución amplia y minuciosa.
Arroyo señaló que la Defensoría envía abogados a las cárceles para revisar casos específicos y tratar de reducir progresivamente el número de internos. Sin embargo, lamentó que debido a la situación del país también se hayan paralizado obras de ampliación en los centros penitenciarios.
Vulneración estructural en las celdas de aislamiento
Otro tema preocupante es la situación en las celdas de aislamiento, donde se atenta contra la dignidad y los derechos humanos. Arroyo precisó que esta problemática es una vulneración estructural, ya que los internos tampoco pueden acceder a sus beneficios penitenciarios.
Necesidad de desmitificar otras formas de sanción
Según el funcionario, casi el 70% de los reos no tienen sentencia, lo cual evidencia la necesidad de buscar alternativas a la privación de libertad como las manillas electrónicas. Es fundamental desmitificar otras formas de sanción para aliviar el hacinamiento carcelario.
Efectos negativos del hacinamiento en las cárceles
El hacinamiento en las cárceles provoca problemas como el acceso limitado a la salud, la seguridad y la justicia. Además, afecta el suministro de alimentos, ya que los presupuestos son fijos y se reparten entre más internos. También perjudica las actividades productivas al ocupar espacios destinados a talleres.
Necesidad de abordar el problema integralmente
Arroyo enfatizó la importancia de abordar el problema del hacinamiento carcelario de manera integral. Es necesario implementar políticas penitenciarias serias para prevenir situaciones extremas como las que se viven actualmente en las cárceles.