Marco Tulio Bustos Gutiérrez / Latinoamérica21
El 24 de enero fue discutida en la Cámara de Diputados la reforma al sistema de pensiones chileno. Tras una larga deliberación, la Cámara aprobó y dio tránsito hacia el segundo trámite constitucional en el Senado, el proyecto que crea un nuevo sistema de pensiones mixto.
El proyecto de ley fue ingresado al Congreso por el presidente de La República, Gabriel Boric, este pasado 7 de enero para deliberar la creación de un sistema previsional mixto, esto es, un sistema con aportes del Estado, empleador y trabajadores. Este tipo de iniciativas no es nuevo en el contexto chileno, pues desde hace más de una década se vienen tratando de ingresar diversas propuestas de política pública y proyectos de ley para modificar el sistema de pensiones adoptado a finales de 1980.
Hay que recordar que el sistema vigente reemplazó al llamado sistema de reparto: sistema en el que la suma de las cotizaciones de trabajadores y aportes fiscales iban a un fondo común destinado a pagar las jubilaciones vitalicias. Desde entonces, las y los trabajadores (con excepción de las Fuerzas Armadas y del Orden que tienen su propio esquema previsional) se ven en la obligación de cotizar en su cuenta de capitalización individual el 10% de los ingresos y rentas imponibles, que son manejados por una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP).
Si bien el proyecto ingresado fue aprobado en general, varios de los aspectos medulares no fueron aprobados. Un primer cambio es el incremento de la capitalización individual: de un 10% a un 10,5% de las remuneraciones y rentas imponibles. El segundo, es el aporte adicional de un 6% de las remuneraciones imponibles a cargo de la persona empleadora. La mitad (3%) de ese cargo adicional, se destinaría a fortalecer la cotización individual del trabajador. La otra mitad (3%), para financiar el seguro social que contempla acciones como: garantía con solidaridad intergeneracional, complemento por cuidado de terceros y compensación por diferencias en las expectativas de vida.
La votación sobre este punto fue muy cerrada, 76 votos a favor y 75 en contra. El quórum calificado que se requiere en Chile en normas referidas a seguridad social es de 78 votos. Los diputados en contra pertenecen al Partido Republicano, Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional, entre otros. El aumento del 6%, puede verse por un lado como un sobrevalor al trabajo, pero por el otro, como la capacidad de consumo futuro e incremento de la demanda de bienes y servicios.
Hay una necesidad imperante de corregir o modificar el sistema de pensiones chileno de forma estructural. La actual subdivisión de fondos, de mayor a menor riesgo: A, B, C, D, E, en los que se invierten las pensiones parece haber reducido más el capital de los cotizantes que incrementarlo.
De acuerdo a la Fundación CENDA (Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo), al analizar la rentabilidad del valor cuota (unidad de medida que expresa el valor de cada fondo) de las AFP, hubo una rentabilidad positiva que coincidió con la experimentada por los mercados bursátiles desde 1981 hasta 1997. Pero a raíz de la crisis asiática de 1997 experimentaron una fuerte caída que se extendió hasta 2003, cuando recuperaron el nivel de 1997. Y desde entonces, se encuentra estancada.
Según la misma fundación, otro aspecto a considerar son las comisiones y primas que cobran las Administradoras de Fondos de Pensiones, que merman en gran medida los aportes de capital que hacen los afiliados y el fisco, generando pensiones que no alcanzan a cubrir las necesidades de los jubilados.
En la tabla a cont¡nuación se presenta una síntesis del desempeño de los fondos del año 2018 al 2023, mostrando a la rentabilidad real positiva o negativa. Como se observa, los resultados sujetos a las condiciones del mercado son variantes, teniendo inclusive rendimientos negativos en el fondo de menor riesgo (fondo E). Se deben tomar dos consideraciones. Primero, las personas diversifican productos, por lo que el resultado global puede ser negativo. Segundo, el hecho que aparezca un signo positivo no implica elevados rendimientos para el fondo, solo que está por encima del cero.
Tabla 1. Rentabilidad Real de Fondos de Pensiones
Año | Fondo | ||||
A | B | C | D | E | |
2023 | + | + | – | – | – |
2022 | – | – | + | + | + |
2021 | + | + | – | – | – |
2020 | + | + | + | + | + |
2019 | + | + | + | + | + |
2018 | – | – | – | + | + |
Fuente: Elaborado con información de la Superintendencia de Pensiones. Representa la Rentabilidad Acumulada en 12 meses: enero a diciembre de cada año.
Estos datos refuerzan el argumento de apoyar la capitalización de las y los trabajadores. Pues no se trata de que tengan más dinero para gastar cuando se jubilen, se trata de poder llevar un retiro digno y sin preocupaciones. Según el Reporte 67 de la Superintendencia de Pensiones, el 57% de las personas retiraron capital de sus fondos de pensiones como vía para salir de los problemas económicos que trajo la pandemia COVID19. En esta misma línea, cerca de 3.8 millones de personas (35% del total) que retiraron capital se quedaron sin ahorros previsionales.
Dado que los retiros totales se concentraron en el grupo etario que va de los 25 a los 55 años, se espera una caída futura de los ingresos por pensiones entre un 24 y 39% a futuro. Si no se toman medidas serias, un grueso de la población que salga del mercado de trabajo en los siguientes 15 años podría encontrarse en condición de vulnerabilidad económica.
No hay que ir muy lejos, actualmente una buena parte de los y las pensionadas en Chile reciben pensiones que se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Una solución paliativa es la Pensión Garantizada Universal (PGU) que complementa rentas, sin embargo, esta solución sigue a cargo del Estado y los contribuyentes.
¿Por qué no generar un sistema que realmente contribuya a los chilenos donde 3% + 3% = 6%, y de esta manera romper con la pobreza transgeneracional en el país?
Marco Tulio Bustos Gutiérrez es economista, académico asociado del Departamento de Sociología, Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Católica de Temuco, Chile. Doctor en Investigación en Ciencias Sociales, por FLACSO México.