El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se autoproclamó vencedor de las elecciones con más del 85% de los votos la noche del domingo 5 de febrero. Aunque faltan los datos oficiales, esta rotunda victoria debía haber sido un momento de celebración, sin embargo, el mandatario lo convirtió en un discurso contra aquellos que según él lo critican, apuntando hacia los periodistas.
En una plaza llena, miles de salvadoreños se congregaron frente al Palacio Nacional con banderas, camisetas y gorras celestes del partido Nuevas Ideas (NI) de Bukele para festejar junto al Presidente su nuevo mandato. Y no decepcionó, dio un espectáculo impresionante como era de esperar de este antiguo publicista: decenas de drones acrobáticos iluminados en azul formaron la letra «N».
«Récords democráticos» y control drástico sobre la Asamblea
«Gracias, El Salvador. Este día El Salvador ha roto todos los récords democráticos en la historia mundial», dijo Bukele desde el balcón del Palacio Nacional al inicio de su discurso victorioso mientras sus seguidores coreaban su nombre y hacían sonar las trompetas.
Según su recuento interno (a falta de los datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral – TSE), obtuvieron más del 85% de los votos y un control drástico sobre la Asamblea con al menos 58 diputados. Aunque señaló que podrían ser más. Esta situación convierte a El Salvador en un país con «partido único en un sistema democrático» y una oposición «pulverizada», sentenció.
De «país más inseguro» a «más seguro del hemisferio occidental»
Bukele destacó su principal logro: El Salvador pasó de ser «el país más inseguro del mundo» en 2015 a ser declarado, según sus palabras, «el más seguro del hemisferio occidental».
Ante estos avances, Bukele arremetió contra todos aquellos que lo critican, como periodistas, ONG y organismos internacionales. «Si eso no les convence, nada los convencerá». Dirigió muchos de sus ataques hacia un periodista español al que utilizó como ejemplo de todos los males de la profesión por haberlo acusado de «desmontar la democracia» con medidas como la destitución de jueces para reemplazarlos por magistrados afines.
Cuestionamientos constitucionales y respaldo popular
Los críticos recordaron que la reelección no estaba contemplada en la Constitución salvadoreña, que prohíbe dos mandatos consecutivos para evitar que algún Presidente se perpetúe en el poder interrumpiendo la democracia en el país. Sin embargo, Bukele no comparte esta opinión.
Por otro lado, la población en general respaldó su gestión debido a las medidas excepcionales implementadas hace casi dos años. El Salvador pasó rápidamente de ser considerado uno de los países más peligrosos del mundo con una tasa de homicidios en 2015 de 103 por cada 100.000 habitantes a solo 2,4 el año pasado.
Advertencias sobre consolidación del poder y violaciones a derechos humanos
Bajo este régimen excepcional fueron detenidas más de 75.000 personas supuestamente vinculadas a pandillas y crimen organizado. Sin embargo, organizaciones defensoras de derechos humanos denunciaron que miles de ellos eran inocentes y fueron arrestados para cumplir con cuotas de detenidos y mostrar rápidamente la efectividad de la medida. El miedo se generalizó entre aquellos jóvenes hombres que vivían en barrios anteriormente controlados por pandillas y que tenían más posibilidades de terminar en prisión.
Algunas organizaciones defensoras de derechos humanos advirtieron esta semana sobre las consecuencias de la reelección inconstitucional de Bukele, afirmando que esto consolidaría su poder.
Rina Montti, representante de la organización humanitaria Cristosal, lamentó que «se legalizará totalmente la dictadura». «Lo que sabemos es que durante el período de Bukele ha habido una constante violación a los derechos humanos. Por lo tanto, podemos esperar un aumento en estas violaciones ya que todo apunta a que continuará con este tipo de medidas y políticas públicas», explicó la activista.
Fuente: EFE
