Decenas de familiares de rehenes y militantes de derecha protestaron este martes 30 de enero nuevamente en las cercanías del cruce fronterizo de Kerem Shalom, donde Israel inspecciona la ayuda humanitaria que ingresa a la Franja de Gaza, y obstaculizaron la entrada de camiones por séptimo día consecutivo.
«No tiene lógica que los camiones entren directamente en manos de los terroristas de Hamás», lamentó en un comunicado la organización de reservistas Tzav 9, alineada con la derecha. Tanto ellos como familiares de algunos rehenes consideran que Israel no debe permitir el ingreso de ayuda humanitaria «al enemigo», mientras quedan dentro del enclave 136 rehenes, aunque se estima que unos 28 están muertos. «Somos miles de partidarios que exigimos que se detenga el suministro a Hamás. Ninguna ayuda debería pasar hasta que regrese el último de los rehenes», agregó.
Cruce fronterizo cerrado
El pasado domingo, el Ejército israelí declaró el cruce de Kerem Shalom «zona militar cerrada» para evitar que los manifestantes bloqueen el movimiento de los convoyes de ayuda, como ya ocurrió un día durante la semana pasada.
Ayuda humanitaria supervisada
Desde hace más de un mes, Kerem Shalom es uno de los puntos por donde ingresa al enclave ayuda humanitaria proveniente principalmente desde Egipto; sin embargo, Israel supervisa su contenido para asegurarse de que los camiones no sean utilizados por Hamás para contrabandear armas.
Presión internacional por más ayuda
Países como Estados Unidos, Reino Unido o la Unión Europea están presionando a Israel para que permita el ingreso de más ayuda humanitaria al enclave, que suma 115 días de guerra.
Los más de 110 rehenes liberados hasta la fecha han contado que durante su cautiverio pasaron hambre, a veces solo con un plato de arroz al día, lo cual aumenta la preocupación sobre el estado de los secuestrados el pasado 7de octubre que aún quedan dentro.
Fuente: EFE