La Asamblea Nacional de Francia ha dado inicio a una reforma constitucional para incluir el aborto en su Carta Magna, lo que convertiría al país en el primero en protegerlo constitucionalmente.
El ministro francés de Justicia, Éric Dupond-Moretti, abrió el debate instando a los legisladores a aprobar el proyecto de ley y evitar retrocesos en el acceso al aborto, como ha ocurrido en otras democracias occidentales como Estados Unidos, Hungría y Polonia.
Dupond-Moretti: Francia será pionera
«Si logramos esto, Francia será pionera en garantizar esta libertad inalienable», afirmó Dupond-Moretti durante su intervención ante los diputados. Aunque se espera que la Asamblea Nacional apruebe la revisión constitucional con el apoyo de la izquierda, los macronistas e incluso una parte de la derecha, el principal obstáculo será el Senado, dominado por Los Republicanos, un partido tradicionalmente de derecha. Su presidente, Gérard Larcher, ya ha manifestado su oposición a la inclusión del aborto en la Constitución.
Despenalización del aborto en 1975
Cabe destacar que el aborto fue despenalizado en Francia mediante una ley promovida por Simone Veil cuando era ministra de Sanidad en 1975. Sin embargo, para que esta reforma sea efectiva es necesario que el Senado apruebe la ley con los mismos términos que la Asamblea Nacional y luego sea respaldada por una mayoría de tres quintos en un Congreso extraordinario celebrado en Versalles.
Dupond-Moretti reconoció las reticencias de Larcher y aseguró entender su preocupación sobre convertir esta revisión en un catálogo de derechos sociales. Aclaró que la propuesta del Gobierno no consagra un «derecho absoluto y sin límites», pero sí busca proteger una libertad. El proyecto de ley constitucional es breve y establece que la ley determina las condiciones en las que se ejerce la libertad garantizada a la mujer para recurrir a una interrupción voluntaria del embarazo.
Tensión entre «libertad» y «derecho»
Es importante destacar que se busca incluir la «libertad» de las mujeres para recurrir al aborto, no un «derecho» absoluto al aborto. Esta distinción genera tensiones en el campo progresista y feminista, quienes temen posibles restricciones en caso de que haya un gobierno conservador en Francia, como ha sucedido en Polonia o Hungría.
Durante su intervención, Dupond-Moretti citó un extracto del libro «L`Événement» escrito por Annie Ernaux, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2022. En el libro, Ernaux relata las dificultades y el dolor que experimentó al someterse a un aborto clandestino antes de su despenalización en 1964.
El ministro mencionó que esta revisión constitucional es un homenaje a nuestras abuelas y madres, compartiendo así la preocupación expresada por Ernaux tras conocerse la decisión del Tribunal Supremo estadounidense en 2022, que eliminó la protección federal del derecho al aborto en todo el país.
Fuente: EFE