La Paz Oruro

Senamhi emite alerta naranja por desbordes de ríos en La Paz y Oruro

Piden a la población cercana a los ríos tener precaución / Internet

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió una alerta hidrológica de prioridad naranja este miércoles, advirtiendo sobre el riesgo inminente de desbordes en los ríos de los departamentos de La Paz y Oruro. Esta alerta estará vigente desde ayer hasta el viernes.

Según la información proporcionada por Senamhi, se prevén «ascensos progresivos y repentinos del nivel, con posibles desbordes en las cuencas de los ríos Desaguadero, Mauri y Lauca». Este fenómeno podría afectar gravemente a varias poblaciones ubicadas en estas regiones.

Poblados afectados en La Paz

En el departamento de La Paz, se espera que los ríos Desaguadero, Jacha Jahuira, Khala Jahuira, Kheto y Mauri sufran desbordes. Los poblados que podrían verse más afectados son San Andrés de Machaca y Sica Sica junto con sus comunidades cercanas.

Poblaciones amenazadas en Oruro

Por otro lado, en Oruro se advierte sobre posibles desbordes en el río Lauca y afluentes que afectarán a las poblaciones de Turco, Centro Berlín y comunidades cercanas.

Pronóstico preocupante para todo el país

Esta situación es especialmente preocupante debido al pronóstico adicional del Senamhi que indica la presencia probable de lluvias y tormentas eléctricas durante esta semana en todo el territorio nacional.

Importancia de medidas preventivas

La emisión oportuna de esta alerta permite a las autoridades locales tomar medidas preventivas para minimizar cualquier daño potencial causado por estos eventos naturales. Sin embargo, también pone énfasis en la necesidad urgente de desarrollar infraestructuras resilientes al clima para enfrentar los desafíos cada vez más frecuentes y severos que plantea el cambio climático.

Efectos devastadores en comunidades vulnerables

Los expertos advierten que estos eventos extremos de clima pueden tener un impacto significativo en la vida y los medios de subsistencia de las personas, especialmente aquellas que viven en comunidades vulnerables. Además, también pueden causar daños considerables a la infraestructura local y perturbar servicios esenciales como el suministro de agua y electricidad.


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