El Ministerio Público informó que, en una audiencia de medidas cautelares desarrollada en horas de la tarde de este sábado, se demostró con elementos suficientes que Jair y John son los probables autores del delito de Violación de Infante, Niña, Niño o Adolescente cometido contra una adolescente de 16 años. Por ello, un juez cautelar de la capital orureña determinó su detención preventiva por seis meses a cumplirse en el penal de San Pedro.
«La Fiscalía Especializada en Delitos en Razón de Género y Justicia Penal Juvenil otorgó medidas de protección para la víctima. Además, se recolectaron diferentes elementos como el examen psicológico y social realizado a la adolescente, las declaraciones de testigos y el examen médico forense realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), que corrobora la agresión sexual. Estos elementos fueron valorados por la autoridad jurisdiccional», dijo Aldo Morales, Fiscal Departamental de Oruro.
Búsqueda del tercer agresor sexual
En este caso particular, el Ministerio Público está poniendo especial interés debido a que hay un tercer agresor sexual que aún no ha sido encontrado. Él es un sargento de policía y propietario del vehículo donde ocurrió el vejamen grupal. No se presentó voluntariamente ni tampoco con citación. Desde el Comando de la Policía informaron que tampoco se habría presentado a su servicio. Ha sido declarado rebelde y prófugo de la justicia y está siendo buscado a nivel nacional. En las próximas horas, la Fiscalía publicará un panfleto con su imagen para solicitar la colaboración de la ciudadanía en su captura. «La justicia no se discute, se cumple, caiga quien caiga», añadió Morales.
Los detalles del incidente
Según los hechos relatados, el incidente ocurrió el pasado lunes 16 de octubre cuando, según los informes, un supuesto amigo de la adolescente la interceptó mientras se dirigía a su unidad educativa por la mañana. Esta persona la obligó a subir a un vehículo particular donde había dos hombres más.
Agresión sexual tras engaño
El conductor del vehículo vestía un uniforme oficial de la Policía Boliviana. Realizaron una parada inicial en la Estación Policial Integral (EPI) N° 3 en inmediaciones de la Plaza Sebastián Pagador al norte de la ciudad, bajo el pretexto de marcar su ingreso al turno respectivo. Posteriormente, los sujetos llevaron a la menor hacia una zona alejada cerca de Capachos. En este lugar consumieron bebidas alcohólicas y le quitaron el teléfono celular para evitar que pidiera ayuda. Luego, dentro del vehículo, procedieron a agredirla sexualmente.
Amenazas para silenciarla
La víctima intentó liberarse con fuerza pero uno de los sujetos, quien afirmaba ser su amigo, amenazó diciendo: «te irá peor si no te calmas».
Después de cometer este atroz acto delictivo y advertirle a la menor que no podía contarle a nadie lo sucedido bajo amenaza tanto para ella como para su familia, los agresores finalmente la dejaron. Al llegar a casa, en un primer momento no relató lo ocurrido a sus padres. Sin embargo, días después y agotada por el tormento vivido, decidió romper el silencio y compartir la traumática experiencia con su maestra, quien informó oportunamente a las autoridades correspondientes.
