Bordadores y careteros, sector encargado de la creación de los trajes y las caretas de las diferentes especialidades de danza del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, pidieron la inyección a la economía de uno de los rubros más azotados por la pandemia del Covid-19.
El presidente de la Asociación de Bordadores en Arte Nativo de Oruro, Richard Yave, lamentó que ya hace casi dos años que el sector se ve seriamente afectado ante la falta de actividades folklóricas en la Alta Tierra de los Urus.
Ante la situación, manifestó que varios de los socios de la institución tuvieron que dedicarse momentáneamente a otras actividades y cerrar sus tiendas de la tradicional calle La Paz para llevar el sustento a sus hogares, sin embargo, no pierden la esperanza de retornar a la normalidad y celebrar el Carnaval.
“Este último mes varios han ido volviendo a abrir sus tiendas, pero muchos los han cerrado, ha estado totalmente cerrado y se vació la calle La Paz, es lamentablemente una tristeza ver así donde una calle donde siempre ha habido bastante concurrencia de gente, bailarines y turistas, pero Dios mediante va a pasar este mal momento y vamos a volver a la normalidad”, sostuvo Yave.
El Presidente de los Bordadores, pidió a nombre de su sector el apoyo de las autoridades, además de resaltar que ellos también forman una parte muy importante de la Obra Maestra, así como los bailarines y los músicos.
“Algunas veces nosotros habíamos reclamado, no por ser una mínima cantidad con relación a los músicos dejamos de ser importantes, nosotros también somos parte importante del Carnaval, de lo que se muestra en la entrada”, expresó.
Careteros
La artesana de caretas del Taller de Máscaras “El Quirquincho”, Miriam Corrales, de la familia “Flores Corrales”, observó que desde el inicio de la pandemia, el sector no recibió ninguna colaboración por lo que pidió una inyección a la economía para que continúen trabajando.
“Las necesidades son granes, porque no hay entrada y hay que pagar las tiendas en la calle La Paz que generalmente están en alquiler, uno que otros tienen propietarios pero tampoco tiene entrada, entonces otros tuvieron que abrir tiendas de barrio, la cual tampoco da mucho fruto”, indicó Corrales.
