Terapias y evaluaciones psicológicas son las alternativas planteadas para contrarrestar los casos de violencia intrafamiliar e incluso feminicidios, cuyos autores son miembros de la Policía Boliviana. Hechos que se han visto marcados por el alto grado de violencia en los recientes años.
«Si, de alguna manera, al ser ellos efectivos policiales, deberían entrar con algún test psicológico a la Policía. Y ese test psicológico debería de, prácticamente, reflejar la forma de vida que han tenido desde su niñez, y desde ahí se refleja si ellos van a ser violentos, si ya son violentos e incluso esas actitudes suelen potenciarse más con el uniforme», enfatizó la fundadora de Mujeres de Fuego, Ángela Nogales.
Asimismo, indicó que en los distintos casos de violencia contra las mujeres y feminicidios cometidos por uniformados, la mayoría de estos implican a policías de rangos bajos, “clases, sargentos cabos y suboficiales”, quienes a su vez son los funcionarios que perciben salarios menores dentro de la institución policial.
Nogales informó que, según una investigación realizada por Mujeres de Fuego, los policías ocupan el séptimo lugar dentro de los grupos más violentos, clasificados por profesiones y rubros de trabajo, después de algunos otros como los albañiles, choferes, trabajadores independientes y otros.
Por su parte, la directora de la Coordinadora de la Mujer, Mónica Novillo, explicó que la formación de los policías y militares incluye el uso de la fuerza, ya sea física o a través de armas de fuego, hecho que agrava más aún la condición de “poder sobre las mujeres, que ya de por sí está muy vigente en la sociedad”.
“En la sociedad, el ejercicio de violencia en el caso de policías y militares puede ser, justamente, un ejercicio doble de poder, porque primero se sienten con la autoridad de hacerlo por ser hombres, pero también por ser policías o militares», puntualiza Novillo.
Nogales y Novillo coinciden en que el hecho de que el agresor sea uniformado constituye una ventaja más, toda vez que en muchas ocasiones existe encubrimiento e incluso falta de atención a las víctimas, algunos encargados de las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) buscan no afectar a sus “camaradas” a través de la recepción de denuncias, aprehensión o la apertura de investigaciones, reportó el diario Opinión.
Talleres y sensibilización
En ese sentido, Nogales anunció que se tiene previsto el inicio de reuniones y talleres de sensibilización con los uniformados, con el fin de socializar una cultura de la no violencia y de paz con los mismos. Esta actividad se iniciará durante el mes de agosto en la ciudad de La Paz y se proyecta un alcance a nivel nacional.
Entre los principales puntos a tratar con los uniformados, está la pronta y correcta atención a las víctimas.
“Para explicarles cómo las mujeres víctimas de violencia llegan, en qué estado. Hacerles conocer que son cinco minutos de valor que tenemos para denunciar, y si ellos no nos atienden bien nosotros retrocedemos y volvemos con nuestros agresores”, señaló Nogales.
Otro punto concreto son las terapias y evaluaciones. “Hablar sobre cómo se sienten ellos desde la Policía, desde dónde trabajan, escucharles y de alguna manera hacer la sensibilización, concientización y una descarga emocional también para poder escucharlos”.
Por otro lado, la coordinadora nacional de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez, expone el tema: «Incorporación de la perspectiva de género en la investigación policial en el marco de los Derechos Humanos», dentro de los talleres denominados “Nuevas perspectivas en la investigación de la violencia en razón de género” ofrecidos a 160 oficiales y clases egresados de Post Grado de la Universidad Policial (Unipol).