El expresidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que si no existiera el Movimiento al Socialismo (MAS), el país estaría sumido en una guerra interna y una lucha armada. Durante la inauguración del ampliado del Pacto de Unidad «radical» en Cochabamba, Morales destacó el papel del MAS en la prevención de conflictos internos y llamó a los asistentes a recuperar la revolución liderada por el partido.
Morales también criticó las afirmaciones del gobierno sobre su inhabilitación como candidato en las elecciones generales de 2025, asegurando estar habilitado legalmente. Además, cuestionó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por someterse a las instancias judiciales y al gobierno nacional, afirmando que si avala el Congreso del MAS desarrollado en El Alto, sería un genocidio político y un atentado a la democracia.
Acusaciones contra el Ejército y el presidente Luis Arce
El exmandatario acusó al Ejército nacional de seguir los pasos de Estados Unidos y buscar proscribir al MAS, inhabilitar a Evo Morales y destrozar la economía boliviana. Por su parte, los dirigentes «evistas» tildaron al presidente del país, Luis Arce, de traidor, acusándolo de haber destrozado la economía boliviana y de querer hacerse con la sigla del MAS para evitar la candidatura de Morales.
División del MAS y conflictos internos
La división del MAS se ha hecho evidente desde el año pasado, pero la tensión ha aumentado después de que el TSE anulara el Congreso «evista» en Lauca Ñ y ordenara convocar a un nuevo consenso. Sin embargo, las dos facciones del MAS no lograron ponerse de acuerdo. Mientras el «arcismo» desarrolló su Congreso en El Alto, eligiendo a un nuevo presidente del MAS, el TSE aclaró que la directiva del partido político, presidida por Morales desde hace 27 años, sigue vigente y reconocida hasta la fecha.
La batalla legal de Morales por liderar el MAS
Ante esta situación, Evo Morales anunció que iniciará una batalla legal para mantenerse como líder del MAS. Las organizaciones «evistas» tienen previsto realizar su congreso en el Trópico de Cochabamba el 10 de julio. Los seguidores de Morales se reunieron en Cochabamba para discutir la situación del MAS y las políticas del Gobierno, incluyendo la situación económica.