La falta de pagos de prediarios, con más de tres meses de retraso, está afectando gravemente a las reclusas en los penales de Trinidad en Beni y Tarija. La sobrepoblación carcelaria es uno de los principales problemas que enfrentan estas mujeres privadas de libertad.
Las celdas existentes en los penales son extremadamente pequeñas, lo que dificulta a las internas proveerse de alimentos diarios. En Trinidad, la sobrepoblación ha provocado colapsos en cámaras y alcantarillado, poniendo en riesgo la salud de las reclusas. A pesar de las solicitudes de ayuda a Régimen Penitenciario, aún no han recibido una respuesta satisfactoria.
Reconocimiento de la Situación
El Defensor del Pueblo, Pedro Calizaya, entrevistó al director General de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, quien reconoció en un programa televisivo las condiciones extremas e inadecuadas en las que viven las internas. La falta de espacio y la deficiente infraestructura carcelaria son factores determinantes en esta problemática.
Compromiso de Mejoras
Tras la visita al penal Mocoví Mujeres en Beni, el director penitenciario se comprometió a atender las solicitudes de las reclusas, priorizando mejoras en infraestructuras para garantizar condiciones dignas. Sin embargo, en el penal Morros Blancos en Tarija, el hacinamiento carcelario es alarmante, impidiendo a las reclusas generar ingresos para su sustento.
Urgencia de Acción
Las denuncias realizadas por las mujeres privadas de libertad evidencian una situación crítica en cuanto a sobrepoblación y condiciones estructurales precarias. Es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas urgentes para garantizar los derechos humanos básicos y mejorar la calidad de vida en los centros penitenciarios mencionados.