El Presidente del país, Luis Arce, aseguró este lunes 22 de enero que durante su mandato «nunca» permitirá un incremento en el precio de los carburantes con el objetivo de proteger a la población de menores ingresos.
En su discurso en el acto de conmemoración por el Día del Estado Plurinacional, el mandatario destacó las enormes consecuencias que tendría ajustar los precios de los combustibles en la economía boliviana, que actualmente depende significativamente de la importación de gasolina y diésel. Según el jefe de Estado, un aumento en estos precios afectaría principalmente a los más pobres y humildes.
«Es muy fácil en una economía ajustar por el lado de los precios. Es decir, es muy fácil, por ejemplo, incrementar el precio de la gasolina (…) Incrementar ese precio afectaría fundamentalmente a los más pobres y humildes y eso nuestro gobierno nunca lo hará», dijo Arce.
Bolivia implementó la política de subvención a los combustibles desde finales del siglo pasado, manteniendo los precios congelados desde la decisión del entonces presidente Hugo Banzer en 1997.
Rechazo a propuestas contrarias
En su discurso, Arce respondió a las propuestas para ajustar los precios de los carburantes, rechazando la «receta liberal» de la «derecha tradicional» y la sugerencia de levantar las subvenciones, propuesta por los «evistas», a quienes denominó como «actores de la nueva derecha». Además, afirmó que su gobierno no reducirá salarios, recortará la inversión pública ni privatizará empresas y recursos naturales.
Estabilidad a través de subvenciones
Según el Presidente, el país mantendrá una estabilidad de precios a través de la subvención a productos estratégicos como alimentos y combustibles. Asimismo, anunció la construcción de una planta de diésel ecológico HVO para sustituir las importaciones con producción nacional.
Medidas contra actividades ilegales
Arce enfatizó que la subvención es una forma de redistribución de recursos y aseguró que tomarán medidas contundentes para evitar que esta sea aprovechada por actividades ilegales, además de combatir el contrabando y la minería ilegal.