Investigaciones recientes sugieren que adoptar una dieta saludable puede desempeñar un papel fundamental en la prevención de las migrañas. Según expertos en salud, una alimentación equilibrada y rica en alimentos frescos puede reducir la frecuencia y la intensidad de estos dolores de cabeza.
Una dieta saludable se basa en el consumo de alimentos frescos, como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Estos alimentos suelen carecer de conservantes alimentarios, como el glutamato monosódico (GMS), que pueden desencadenar migrañas en algunas personas.
Recomendaciones clave para aliviar síntomas
Evitar los alimentos que contienen conservantes se convirtió en una recomendación clave para aquellos que buscan aliviar sus síntomas de migraña. La Asociación de Trastornos de la Migraña (Association of Migraine Disorders) elaboró una lista de «alimentos seguros para la migraña», que sirve como guía para elegir opciones adecuadas.
Categorías alimenticias a considerar
Para comprender mejor qué alimentos consumir y cuáles evitar, es útil analizar diversas categorías alimenticias:
Pan, granos y cereales:
– Alimentos que se pueden comer: la mayoría de los cereales (excepto aquellos con nueces, frutos secos o aspartamo), bagels simples o con semillas de sésamo, pan rápido como pan de centeno o calabacín, la mayoría de pretzels y papas fritas sin saborizantes artificiales.
– Alimentos que debes evitar: galletas con sabor como las de queso cheddar, pan fresco hecho en casa o de una panadería, pizza (debido a que también es considerada pan fresco), papas fritas muy condimentadas, pretzels suaves.
Carnes, frutos secos y semillas:
– Alimentos que se pueden comer: carne fresca de res, pollo, pescado, cordero, cerdo, pavo o ternera; semillas de amapola, calabaza, sésamo y girasol sin aromatizantes naturales.
– Alimentos que debes evitar: hígados de res y pollo; carnes empanizadas o marinadas; palomitas de maíz con sabor; mantequillas de nueces.
Aderezos para ensaladas y salsas:
– Alimentos que se pueden comer: salsas caseras que utilizan ingredientes frescos sin sabores artificiales; aderezos caseros; aderezos para ensaladas con aceite y vinagre blanco destilado.
– Alimentos que debes evitar: aderezos para ensaladas embotellados; salsas preenvasadas como salsa alfredo o mostaza. Muchos de estos contienen aditivos y conservantes que pueden desencadenar migrañas, como el glutamato monosódico, nitritos y aspartamo.
Vegetales y frutas:
– Alimentos que se pueden comer: frutas frescas; vegetales frescos; lechuga en bolsas sin conservantes. Algunos ejemplos recomendados son pimientos, calabacines, papas frescas, zanahorias y coliflor.
– Alimentos que debes evitar: puré de papas instantáneo en caja; frutos secos que contienen conservantes de sulfito; frutas cítricas, habas, frijoles blancos, cebollas y col fermentada. Algunas frutas también pueden contener polen u otros compuestos que pueden desencadenar migrañas, como bananas, naranjas, toronjas o pomelos, frambuesas y ciruelas.
Consejos adicionales para prevenir migrañas
Además de seguir una alimentación adecuada, existen otros consejos que pueden ayudar a prevenir las migrañas. Se recomienda comer varias comidas pequeñas a lo largo del día para mantener niveles constantes de azúcar en sangre y evitar el hambre, que puede desencadenar migrañas en algunas personas.
Mantener un peso saludable también es importante, ya que el sobrepeso puede aumentar la probabilidad de tener migrañas o empeorar sus síntomas, según la American Migraine Foundation.
Desencadenantes comunes de las migrañas
Es importante tener en cuenta que los desencadenantes de las migrañas pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, algunos alimentos comúnmente asociados con las migrañas incluyen quesos añejos; alcohol (especialmente cerveza y vino tinto); chocolate; carnes curadas; conservantes alimentarios como nitratos, nitritos, glutamato monosódico y edulcorantes artificiales; pescado ahumado y extracto de levadura.
Identificar y evitar factores desencadenantes
Recuerda que los desencadenantes de las migrañas pueden estar presentes en otras categorías, como cambios en el medioambiente, hormonas, estimulación sensorial y estrés. Identificar y evitar estos factores desencadenantes puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de las migrañas, mejorando así la calidad de vida de quienes las padecen.
Es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.