Su nombre es Bobi y vive en Portugal, se convirtió en un Guiness World Record, al convertirse en el perro vivo más viejo de la historia, al tener 30 años y está a tres meses de que cumpla un año más.
La reconocida entidad que registra los récords, certificó que Bobi registró el 1 de febrero reciente, 30 años y 266 días de vida, destronando de esta manera a un chiguagua de Ohio, que tiene por nombre Spike, que semanas atrás recibió un premio por sus 23 años de vida, pero no estaba comparado al récord anterior, que llevaba un boyero australiano llamado Bluey, quien vivió entre 1910 y 1939, un tiempo de 29 años y 5 meses.
El dueño de Bobi es Leonel Costa, quien aseguró que nunca pensó en registrar a su “compañero” para batir un récord, pero al averiguar que la raza de su perro, un refeiro do Alentejo puro, tiene una expectativa de vida media de 12 a 14 años, vio necesario que se conozca a quien pudo doblar su expectativa de vida.
Sus tres décadas de vida las vivió en una aldea rural de Conqueiros, en Leiria-Portugal, disfrutando su vida en un entorno tranquilo y pacífico, alejado de las ciudades, algo que la familia de Bobi considera primordial para aún tenerlo con ellos.
Bobi fue elegido por la vida, porque el 11 de mayo de 1992, el cachorro nació junto a otros tres, pero la costumbre que se tiene en esa región es enterrar a los recién nacidos, porque no se pueden dar el lujo de criar a muchos animales.
“Tenía ocho años. Mi padre era cazador y siempre tuvimos muchos perros”, narró Costa que ahora tiene 38 y recordó que sufrió por la decisión tomada por sus padres.
“Por desgracia, en aquella época era considerado normal por las personas mayores que no podían tener más animales en casa (…) enterrar a los animales en un agujero para que no sobrevivieran”, dijo su dueño a Infobae.
Pero, su padre no había notado que Bobi aún quedó en el lugar donde su mamá dio a luz, siendo cuidado por Leonel Costa y sus hermanos en secreto, porque si habría sus ojos, sabían que sus papás ya no se desharían de la mascota.