Las autoridades ucranianas instruyeron la construcción de refugios antibombas en las escuelas de este país, antes del inicio de las clases anunciado para septiembre. Asimismo, se reconstruirán miles de edificios dañados durante el conflicto bélico con Rusia.
Al menos 2.300 colegios fueron bombardeados desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero, y otras 286 fueron completamente destruidas, de acuerdo con datos emitidos por el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania.
El Gobierno ucraniano determinó que solo el 41 por ciento de las 26.000 instalaciones educativas, desde preescolares hasta universidades, tienen refugios antibombas o ambientes de protección ante eventuales bombardeos.
Las autoridades educativas del país lamentaron que la interrupción del aprendizaje tiene consecuencias a largo plazo. De acuerdo con el Banco Mundial, la ausencia de clases durante siete meses debido al coronavirus provocó que al menos el 70 por ciento de estudiantes en el mundo sufrieran “pobreza de aprendizaje”; la situación se agravó mucho más en Ucrania debido a la guerra.
Según el presidente de la Universidad Nacional de Lviv, Volodymyr Melnyk, las brechas de aprendizaje que causó la guerra en Ucrania son una tragedia. Ante esta realidad, miles de estudiantes se ofrecieron como voluntarios para ayudar a los refugiados en su proceso educativo, según informó la agencia de noticias Reuters.
Por su parte, la exministra de finanzas de Ucrania, Natalie Jaresko, afirmó que la restauración de las labores educativas alentará el regreso de millones de mujeres y niños que huyeron a otras partes de Europa desde el comienzo de la guerra.
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