El Presidente de Colombia Iván Duque, cuyo mandato termina este domingo, por temas de seguridad no autorizó el uso de la espada de Simón Bolívar en la toma de posesión de Gustavo Petro, quien solicitó que el objeto histórico formara parte de los actos simbólicos de la ceremonia.
“Era considerado un acto simbólico dentro de la transición de mando presidencial a un gobierno que representa el cambio y la lucha contra la pobreza y la desigualdad», señaló el equipo organizador del evento, a través de un comunicado.
Desde la casa Presidencial se sustenta que esto se debió a motivos de seguridad, pues para este valioso objeto de la historia colombiana, haría falta unas pólizas que la protegen en diferentes casos.
Sin embargo, la comitiva y grupo de trabajo del próximo Presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que tenían todas las medidas de seguridad para garantizar el bienestar de este acero durante la ceremonia de traspaso de mando Presidencial.
La espada si tiene una póliza de todo riesgo por un valor de mil millones de pesos, contempla daño material por terrorismo, incendio, rayo, explosión, daños por agua y anegación. Además de todo tipo de fenómeno natural, como huracanes, terremotos y desastres por volcanes, vigente desde las 00:00 horas, por 24 horas.
Todo estaba planeado para que la espada saliera de la Casa de Nariño hasta el Palacio de San Carlos, allí la espada entraría en custodia de la seguridad de la Cancillería de Colombia. Luego emprendería el viaje hasta la plaza Simón Bolívar, donde será la posesión de Petro.
Aunque las medidas estaban garantizadas, según el equipo del nuevo mandatario, afirmó que lo que sucedió se trató de un acto de “mala gente”.
Según explicó el equipo de trabajo de Petro, no sería la primera vez que existen problemas entre el Gobierno saliente y el equipo de trabajo del evento de posesión.
El robo y devolución de la espada de Bolívar
En la década de los años setenta, el M-19 tuvo conocimiento que los Tupamaros (una guerrilla uruguaya) robaron la bandera de los 33 Orientales, protagonistas de la declaración de independencia del Uruguay, por lo que surgió la idea de robar un elemento simbólico de la liberación colonialista en Colombia: La espada del libertador Simón Bolívar.
El 17 de enero de 1974, en la noche, los guerrilleros hurtaron la espada y dejaron varios panfletos que decían : “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”.
La espada fue devuelta por el entonces excomandante del M-19, el desmovilizado, Antonio Navarro Wolff, el 31 de enero de 1991, durante el Gobierno de César Gaviria.
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