Después de que julio terminó sin registrar ningún homicidio en el país centroamericano, un hecho sin precedentes en la historia de El Salvador, su Presidente, Nayib Bukele, aseguró ayer que ahora es la nación más segura de Latinoamérica.
Mediante un mensaje difundido en sus redes sociales, el mandatario afirmó que El Salvador pasó de ser el país más peligroso a ser el más seguro de la región. Acompañó su publicación con estadísticas que demostraron la reducción de homicidios durante el último mes.
Así, defendió las medidas tomadas por el Gobierno para hacer frente a las pandillas que operan en el país.
«Si analizamos el mes de julio, la tasa sería de 2.19 homicidios anuales por cada 100 mil habitantes», explicó, al mismo tiempo de aclarar que en comparación con 2021, la situación de seguridad en el país mejoró considerablemente.
Bukele instruyó un Estado de excepción a finales de marzo, en respuesta a una “ola” de violencia desatada por las pandillas; la medida fue ampliada el 20 de julio por el Parlamento. Según datos de la Presidencia, desde que se decretó esta medida fueron detenidos casi 48.500 pandilleros y se incautaron 100.198 armas de fuego, según informó el portal de noticias Europa Press.
«Los resultados obtenidos por la implementación del régimen de excepción permitirán que los salvadoreños disfruten de las vacaciones más seguras de las últimas seis décadas. Gracias a esto, ahora podemos ir a cualquier rincón de nuestro país, a cualquier hora del día, sin ser víctimas de la delincuencia», aseguró Bukele.
En este sentido, recalcó que para mantener la seguridad se desplegaron a soldados, policías y guardias de seguridad en todos los sitios turísticos, pueblos, volcanes, playas, lagos, parques; además de eventos religiosos, deportivos y culturales.
Sin embargo, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos alertaron que el Estado de excepción restringe garantías constitucionales, y propicia violaciones de derechos, detenciones arbitrarias y tortura, entre otras denuncias.
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