Tras los hechos acontecidos en Bucha el 3 de abril, el diputado ucraniano Olexiy Goncharenko confirmó que se encontraron en la calle cuerpos atados de mujeres desnudas, la autoridad definió estos hechos como violencia sexual selectiva.
Se informó que las víctimas de estas acciones son mujeres y niñas ucranianas, incluso se manifestó que estas agresiones se cometen delante de los niños; Goncharenko también denunció que después de agredir a las mujeres, las fuerzas rusas intentaron quemar sus cuerpos.
El fotógrafo Mikhail Palinchak reveló la situación en Bucha por medio de su trabajo; tras la intervención de las tropas rusas en el lugar, las calles quedaron llenas de cuerpos sin vida, tanto de hombres como de mujeres, desnudos y parcialmente quemados, según informó API.
De acuerdo con testimonios recolectados por The Guardian, en Bucha se registraron violaciones grupales y cometidas frente a niños, además de distintas agresiones con intimidación a punta de pistola.
Como respuesta, las organizaciones “La Strada Ucrania” y la red nacional “Taller Feminista”, comenzaron a trabajar online con el Gobierno para difundir información sobre apoyo médico, legal y psicológico para las víctimas de agresión sexual durante los conflictos.
Respecto a las denuncias de agresiones de esta índole, el alcalde de Irpin, Oleksander Markushin, reveló que las mujeres y niñas de esa localidad fueron alcanzadas por tiroteos de las fuerzas rusas, y que posteriormente las arrollaron tanques, según declaró la autoridad a Deutsche Welle.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, manifestó que la única manera de que se respeten los Derechos Humanos es liberar las zonas tomadas por las tropas rusas.
“Las mujeres no serán violadas, los niños no tendrán que ver cómo violan a sus madres, los civiles no serán asesinados”, afirmó Kuleba y añadió que Ucrania necesita apoyo para lograrlo, haciendo referencia específicamente a la dotación de armas.
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