Aproximadamente seis familias se sustentan de la venta de alimento para palomas en la Plaza 10 de Febrero de Oruro, lugar icónico de la ciudad que alberga a cientos de aves y diariamente es visitada por toda la población.
Desde siempre, la Plaza Principal fue el lugar “favorito” de las palomas, no solo por el amplio espacio para su esparcimiento, sino por la fluida cantidad de visitantes que las alimentan a manera de pasar el rato.
Pandemia
Si bien antes se apreciaba a un determinado número de vendedoras de alimento para aves, ante la pandemia del Covid-19 y la necesidad de la población de generar recursos económicos, la cantidad de personas que se dedican a este trabajo subió a seis.
Según explicó Nora Condori Pérez, una mujer que hace ocho se dedica a la venta de alimento para paloma, la pandemia del Covid-19 y las restricciones para evitar su propagación también afectaron bastante a este sector.
Venta
Nora, indicó que antes de la emergencia sanitaria, existía mayor movimiento y más clientes, en especial niños que, acompañados de sus padres, pasaban por la Plaza solo para alimentar a las palomas.
Antes, con la venta de arroz, sorgo, tiki, maíz, a 50 centavos la bolsa cada una, diariamente las comerciantes ganaban entre 80 a 100 bolivianos, sin embargo a la actualidad las ventas bajaron y en el “peor día”, solo se ganan 50 bolivianos, siendo insuficiente para mantener a sus familias.
“Yo vendo desde hace ocho años, pero mi mamá desde hace 35 años, pero ya no nos alcanza, es muy poco, también han aparecido nuevas vendedoras, pero también de apoco están viniendo a comprar, a los niños les gusta darles de comer a las palomitas”, expresó Nora.
Pese a todo, Nora agradece la existencia de palomas en la Plaza, ya que las mismas la ayudan a ganarse algunos pesos al día para mantener a su familia, sin embargo, espera que la situación de la pandemia pase pronto para que aumente la venta del alimento y se generen mayores recursos.