Una camioneta sin placas ni matrícula estaba estacionada, este jueves, frente a la Biblioteca del Congreso en el Capitolio. Un hombre sentado en el vehículo le dijo a la Policía que tenía una bomba, lo que provocó una respuesta masiva de las fuerzas del orden para determinar si se trataba de un dispositivo explosivo operable.
Cuando la Policía notificó el hecho por la mañana, las autoridades informaron por las radios policiales una posible amenaza de bomba.
Los investigadores trataron de determinar si el sujeto sostenía un detonador. Se comunicaban con él mientras escribía notas y se las mostraba a la Policía desde el interior de la camioneta, según reporte de testigos.
La Policía de los Estados Unidos envió francotiradores al área cercana al Capitolio y la Corte Suprema y evacuó varios edificios en el extenso complejo del mismo lugar. Asimismo, el Congreso está en receso esta semana, sin embargo se observó a los miembros del personal saliendo tranquilamente del área bajo la dirección de las autoridades.
La Capital de esa nación estuvo en un ambiente de tensión desde la insurrección del 6 de enero en el Capitolio por partidarios del expresidente Donald Trump.
En abril, un hombre estrelló un automóvil contra barreras en el Capitolio y mató a un oficial de Policía antes que el atacante fuera asesinado a tiros.
La sede del Comité Nacional Republicano, no muy lejos de donde estaba estacionado el vehículo esta mañana, también fue evacuado por la amenaza.
El área fue bloqueada por motorizados de la fuerza del orden y barricadas, varios camiones de bomberos y ambulancias se instalaron en los alrededores. Asimismo, estuvieron presentes la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia, el FBI (el Buró Federal de Investigaciones, traducido al español), y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Finalmente, desde la Casa Blanca anunciaron que están monitoreando la situación y estaba siendo informada por las fuerzas del orden.
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