Una cantidad indeterminada de canes sin vida, forman una especie de “cementerio clandestino” en cercanías del lago Uru Uru, situado a menos de tres kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro. El hecho fue verificado este domingo por LA PATRIA Digital, como parte del seguimiento que se hace a la “alfombra” de botellas pet que se acumuló en el lugar.
Se hizo un recorrido bordeando un canal que pasa a una cuadra aproximadamente de la avenida 6 de Agosto, después de la avenida de Circunvalación. Este canal de aguas servidas se une con el canal Rosso a casi un kilómetro y medio más al Sur.
Los desechos tienen desembocadura en la parte Este de la línea del tren, a casi dos kilómetros y medio de la ciudad. Es en ese lugar que se forma la “gigante alfombra” de envases plásticos, compuestas por botellas pet, sillas de plástico y una diversidad de envases en tamaños y formas.
El terreno tiene características “dantescas”, porque solo se ve muerte y desolación. Sin embargo, hay algo más que aporta a ese panorama y es la presencia de decenas de canes semienterrados en el lugar. Hay cualquier cantidad de osamentas, que ya el tiempo se encargó de dejarlas así.
Al pisar el lugar se siente suave, como si se tratara de musgos que enfrentan la devastación, sin embargo, al observar en detalle, se tratan de cuerpos sin vida de canes que pasan por todas las fases antes de quedar en simples huesos. A algunos les faltan extremidades; a otros, carne en la cara, los ojos prácticamente desaparecieron.
Los que están semienterrados prácticamente no tiene cabeza y solo sobresalen sus cuerpos o algunas partes. En un radio menor a diez metros se encuentra cualquier cantidad de estos seres que en algún momento, sin es que tuvieron la suerte de serlo, fueron el mejor amigo del hombre.
Sin embargo, ese paisaje desolador y tenebroso no es todo, ya que en el mismo canal se encontró un can sin vida, que fue colocado en una especie de saco, para luego ser lanzado a ese canal.
La muerte hace presencia viva de un panorama que nadie quiere apreciar y que a su vez condena a que uno de los lagos más importantes del altiplano boliviano, como es el Uru Uru, esté próximo a tener su certificado de defunción.
/DEA/