El Padrón Electoral Biométrico está en condiciones de garantizar una elección segura y transparente después del intenso trabajo de saneamiento realizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Desde diciembre de 2019, el TSE dispuso una serie de medidas para resguardar la confiabilidad del registro de votantes en Bolivia y en el exterior del país. Entre los ajustes más importantes están:
- Inhabilitación de ciudadanos que no votaron consecutivamente en el Referendo Constitucional de 2016 y las elecciones judiciales de 2017 (en el exterior, el criterio se aplica a quienes no sufragaron en la presidencial 2014 y el referéndum 2016 pues no se votó en el exterior en el proceso judicial 2017).
- Depuración de votantes fallecidos mediante el cruce de la base de datos del Registro Civil y del Padrón
- Actualización permanente del registro de personas fallecidas hasta la fecha de cierre del Padrón
- Revisión integral del registro dactilar de los ciudadanos empadronados desde 2009
- Revisión integral de la base de datos de la biometría facial de votantes registrados desde 2009.
- Refuerzos al empadronamiento permanente para los nuevos votantes que cumplen la mayoría de edad hasta el 18 de octubre de 2020
- Registro de cambio de domicilio de ciudadanos que retornaron a Bolivia o cambiaron de departamento como consecuencia de la emergencia provocada por la pandemia de la COVID-19.
Adicionalmente, el TSE dispuso el funcionamiento de tres versiones del Laboratorio de Integridad Electoral. A través de este mecanismo, organizaciones políticas, expertos, instituciones académicas, movimientos sociales y regionales, y ciudadanos interesados pudieron conocer las características del Padrón Biométrico, la información estadística y las medidas de seguridad e inviolabilidad que cumplen con los estándares internacionales más exigentes. El resultado de los laboratorios mostró la ausencia de observaciones significativas.
El equipo técnico del TSE trabajó también en el cumplimiento de las cinco recomendaciones formuladas por la Auditoría general realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) el año 2017. La mencionada auditoria estableció un nivel de confiabilidad y consistencia muy elevado y con el cumplimiento de las recomendaciones técnicas, se incrementó aún más la confiabilidad, que puede ser verificada por ciudadanos, partidos y delegaciones de observación electoral.