El Gobierno de Bolivia ha expresado su descontento hacia la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) debido a las protestas que se han llevado a cabo en contra del Decreto Supremo 5503. En este contexto, se ha instado a las bases de la COB a cuestionar a sus líderes sobre su desempeño y los altos salarios que perciben.
Las declaraciones fueron emitidas por el ministro de Desarrollo Productivo, Óscar Mario Justiniano, y el ministro de Economía, Gabriel Espinoza, durante una conferencia de prensa celebrada en Santa Cruz.
Justiniano hizo un llamado a las bases de la COB para que interroguen a sus dirigentes y les exijan explicaciones sobre su trabajo y sus ingresos. “Hay que preguntarles dónde están trabajando: si están en las minas, en Colquiri o en Huanuni. También cuánto ganan, si reciben sueldos de 30.000 o 80.000 bolivianos. Si dicen que luchan por la población, entonces deben explicar qué beneficios reales están dando al pueblo”, afirmó Justiniano.
Influencia de intereses pasados
Por su parte, Espinoza destacó la importancia de respetar a la COB como institución. Sin embargo, consideró que la actual dirigencia está influenciada por intereses del pasado y por antiguos actores políticos. Expresó que le habría gustado ver movilizaciones similares en el pasado, cuando durante el gobierno anterior se registraban largas filas por combustible. “En ese momento no dijeron nada, guardaron silencio y tampoco les preocupaba la inflación”, comentó.
En este sentido, el ministro concluyó que las protestas actuales tienen un claro trasfondo político. Justiniano reiteró su llamado a las bases de la Central Obrera Boliviana para que revisen y cuestionen el accionar de quienes hoy ocupan la dirigencia sindical. “Está claro que no se está actuando de manera correcta. Se está empujando al país al bloqueo, a la confrontación y a frenar la posibilidad de generar economía”, afirmó.
Reunión con el sector gremial
Las declaraciones de ambos ministros se realizaron en la ciudad de Santa Cruz, después de una reunión con representantes del sector gremial. El Gobierno también cuestionó la actuación de los dirigentes de la COB durante crisis anteriores y puso en discusión los altos ingresos que perciben algunos de sus representantes.













