El Presidente Rodrigo Paz Pereira afirmó que las medidas de presión convocadas por la Central Obrera Boliviana (COB) no tienen la fuerza necesaria y están destinadas al fracaso. Esta declaración se realizó durante una conferencia de prensa el martes 23 de diciembre de 2025.
El mandatario destacó que la situación actual del país muestra un debilitamiento progresivo de los puntos de protesta. Esto contrasta con crisis anteriores, donde se registraban hasta 300 bloqueos simultáneos en todo el territorio nacional.
Paz fundamentó su análisis comparando la coyuntura actual con conflictos históricos. Recordó que en crisis previas, Bolivia llegaba a tener entre 250 y 300 puntos de bloqueo al mismo tiempo. Sin embargo, el reporte oficial de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) solo contabiliza 17 puntos activos en la actualidad. Para el Ejecutivo, esta cifra demuestra que la COB ha quedado aislada tras los acuerdos alcanzados por el Gobierno con gremiales, transportistas y cooperativistas mineros.

Escalada de tensión social
A pesar de la lectura optimista del Presidente, la tensión social aumentó en el centro de La Paz. Alrededor de las 10:40, manifestantes del Magisterio Urbano y mineros intentaron romper el cerco policial para ingresar a la Plaza Murillo. El uso de petardos y cartuchos de dinamita por parte de los marchistas provocó una gasificación que dejó un saldo de al menos 4 policías heridos y 8 mineros aprehendidos, según reportes de Derechos Humanos y la propia institución del orden.
Grupos provocadores
Paz calificó a estos grupos como “desaforados” que buscan generar provocaciones innecesarias en un país que desea trabajar. El núcleo de la disputa se centra en el Decreto Supremo 5503, que elimina la subvención a los carburantes. El Presidente defendió esta medida como un acto de “responsabilidad económica” y una señal necesaria para el mercado internacional.
Además, Paz cuestionó a los opositores por no haberse pronunciado en las últimas dos décadas contra el gasto en empresas estatales deficitarias. Atribuyó la situación financiera actual a las gestiones anteriores, lo que obligó a establecer una nueva banda de precios para los combustibles.
Compromiso con la estabilidad
Finalmente, el Ejecutivo ratificó que no habrá marcha atrás con la norma. Aseguró que el ahorro generado por el recorte de subsidios se destinará a la producción nacional y a programas sociales. “Bolivia ha entendido que la estabilidad es un bien público”, concluyó Paz.
El Presidente insistió en que la baja participación en los bloqueos, algunos de los cuales estarían siendo financiados, es el indicador más claro de que la sociedad ya no respalda los métodos tradicionales de presión sindical.













