El nuevo Presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, asumió su cargo este sábado y anunció una medida inmediata para enfrentar la crisis que afecta al país. Durante su discurso ante la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), el mandatario reveló que más de 900 camiones cisterna cargados de combustible están ingresando al territorio nacional para iniciar la distribución y así resolver la escasez de este recurso.
“Desde anoche están entrando los camiones cisternas por nuestras fronteras,” afirmó Paz. “El flujo de combustible va a ser importante, de tal manera que se vaya reduciendo las filas desde el primer día, como se había prometido en la campaña.”
Advertencia a empresas estatales
El Presidente Paz fue claro al señalar la existencia de una “línea de corrupción” en la logística de ingreso de carburantes, dirigiendo sus críticas a las principales instituciones del sector energético. “Cuidado YPFB, cuidado ANH, no sean traidores a la patria,” advirtió Paz, anunciando que se iniciarán procesos contra las autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Esta advertencia se produce pocas horas después de que se conociera la renuncia de Armin Dorgathen a la presidencia de YPFB, en medio de la crisis energética que afecta al país.
Ofensiva anticorrupción
En consonancia con las denuncias del Presidente, el jefe del equipo económico del Gobierno, Gabriel Espinoza, anunció que la ofensiva anticorrupción no se limitará únicamente al sector de hidrocarburos. “Lo que nos han dejado es una herencia nefasta, por eso mismo habrá una serie de procesos, va a haber auditorías técnicas financieras y a partir de ahí determinar las responsabilidades,” indicó Espinoza, confirmando que la revisión exhaustiva abarcará toda la administración estatal anterior.
Ingreso de cisternas
Los 900 camiones cisterna están ingresando al país por puntos fronterizos clave como Villamontes, Tambo Quemado y Pisiga. Esta acción busca aliviar la crisis de suministro de combustible que ha generado largas filas y descontento entre la población boliviana.
