El Día Mundial de la Leche Escolar se celebra el último miércoles de septiembre desde el año 2000. Esta conmemoración es promovida por la FAO y tiene como objetivo destacar la importancia de la leche en la alimentación infantil. Además, busca fomentar hábitos saludables entre los niños en edad escolar.
La alimentación durante la niñez es fundamental para un crecimiento saludable. Los niños que padecen anemia, deficiencia de vitamina A o yodo, problemas de crecimiento, déficit de atención en clase y falta de energía para jugar, estudiar o realizar cualquier actividad física, a menudo lo hacen debido a una dieta de mala calidad. Por lo tanto, es esencial que los niños reciban una gran cantidad de nutrientes a través de una alimentación adecuada.
Beneficios de la leche
La leche es uno de los alimentos más importantes en la dieta infantil, ya que proporciona nutrientes esenciales como proteínas, calcio y vitaminas. Desde el año 2000, la FAO celebra el Día Mundial de la Leche Escolar para reafirmar estos beneficios a nivel global. Además, la leche es una fuente de hidratación gracias a su contenido de agua y minerales.
Desayuno y merienda saludables
Es crucial que los adultos presten atención tanto al desayuno como a la merienda de los niños, ya que estas comidas a menudo se pasan por alto. La Licenciada en Nutrición Melisa Boroni (MN 6586) afirma: “La leche en la escuela es ideal porque hay muchos chicos que no la ingieren en sus casas, y si va acompañada de alimentos sanos y frutas, mucho mejor”.
Un vaso de leche para un niño en su entorno escolar no solo representa un alimento nutritivo, sino que también le enseña diversas lecciones. Los Programas de Leche Escolar aseguran que los niños reciban leche y un valioso aporte de calcio durante el desayuno o la merienda. La importancia de ofrecer este alimento en las escuelas radica en que permite que todos los niños lo consuman.
Formación de hábitos saludables
Si se toma conciencia sobre la importancia de realizar correctamente el desayuno y la merienda, es más probable que los niños también lo hagan. Incorporar hábitos saludables desde la infancia puede influir en un buen desarrollo, rendimiento intelectual y aprendizaje.
La leche contribuye al desarrollo físico y mental del niño, siendo fundamental para un crecimiento adecuado. Además, fomenta hábitos alimenticios saludables que pueden replicarse en casa y mantenerse a lo largo del tiempo.
