El presidente de Bolivia, Luis Arce, expresó que calificar la situación económica del país como una crisis es una exageración. Durante una entrevista que se difundió el 26 de junio, Arce destacó las soluciones estructurales que su gobierno ha implementado ante la caída de la producción de gas.
Arce mencionó que la baja en las exportaciones de hidrocarburos se debe a problemas en los pozos petroleros. En este contexto, presentó un plan de reactivación del sector a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
“Nunca hemos negado que hubo un problema económico; sin embargo, hablar de crisis es exagerado”, afirmó el mandatario. Recordó que, al asumir el Gobierno en noviembre de 2020, se encontró con una economía boliviana endeudada y una crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19. A esto se sumó, años después, la caída en la producción de gas.
Soluciones estructurales
El presidente Arce subrayó que su administración ha aplicado soluciones estructurales a través de YPFB, enfocándose en la exploración y explotación de recursos. “Nosotros no nos vamos a arrepentir de haber empezado a hacer lo estructural”, enfatizó.
En su momento, el mandatario indicó que Bolivia llegó a exportar más de 6.000 millones de dólares en gas, pero el año pasado esa cifra se redujo a al menos 1.600 millones de dólares.

Impacto de la situación actual
“Toda esta disminución en la exportación y en la producción de gas… es lo que ha generado todo este problema”, lamentó Arce. Además, el presidente señaló que el factor político es un detonante en la situación que enfrenta la población boliviana. “Lo que estamos viviendo ahora es dirigido… para que tengamos estos indicadores económicos que hoy tenemos”, sostuvo.
Plan de reactivación del sector
Según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, el Plan de Reactivación del Upstream (PRU) de YPFB incluye un portafolio de 56 pozos. Estos proyectos abarcan los departamentos de La Paz, Pando, Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija.
Este esfuerzo refleja un cambio en la producción de hidrocarburos en Bolivia. En contraste con los resultados de la última década, este plan busca revertir la tendencia negativa en el sector energético nacional.
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