La Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) ha dado a conocer que su nueva planta, que representa una inversión de 546 millones de dólares, generará una utilidad neta anual de 80 millones de dólares. Esta planta tendrá la capacidad de producir 200,000 toneladas de acero al año, lo que permitirá reducir en un 50% las importaciones de este material. El presidente de la ESM, Jorge Alvarado, subrayó que el objetivo principal es satisfacer la demanda interna y abrir nuevas oportunidades para la exportación.
Proyecciones de ingresos
Los ingresos derivados de la venta de acero se estiman entre 200 y 250 millones de dólares anuales, considerando un precio promedio del acero que oscila entre 1,000 y 1,300 dólares por tonelada. De estos ingresos, se destinarán entre 120 y 150 millones de dólares a costos operativos, lo que dejará un margen neto aproximado de 80 millones de dólares. “El objetivo es que esta planta no solo cubra la demanda interna, sino que también se convierta en un pilar de estabilidad financiera para el país”, añadió Alvarado.
Expansión de operaciones
La utilidad proyectada permitirá consolidar las operaciones de la planta y mejorar la capacidad crediticia de la empresa. Esto facilitará la planificación de una segunda planta con capacidad para 500,000 toneladas anuales. Esta expansión podría abastecer completamente la demanda interna y abrir nuevas oportunidades para la exportación. “Nuestra meta es ampliar la producción para cubrir el 100% de la demanda interna y abrir nuevas oportunidades de exportación”, explicó Alvarado.
Importaciones de acero en Bolivia
Actualmente, Bolivia importa alrededor de 400,000 toneladas de acero cada año, lo que representa un costo aproximado de 250 millones de dólares. La producción local ayudará a reducir la dependencia de las importaciones y contribuirá a la estabilidad económica del sector. “Con esta producción nacional, reduciremos la salida de divisas y daremos un impulso clave a la industria local”, sostuvo el titular de la ESM.
Detalles del complejo siderúrgico
El complejo siderúrgico cuenta con siete plantas que abarcan procesos de concentración, pelletización, reducción directa, acerería y laminación, además de instalaciones auxiliares y una planta de generación eléctrica. La tecnología utilizada proviene de países como Alemania, España, Francia, Italia, México, Emiratos Árabes, Estados Unidos y China. “Hemos incorporado tecnología de punta para garantizar eficiencia y calidad en la producción”, señaló Alvarado.
Impacto en el empleo
Durante la construcción del proyecto se generaron aproximadamente 1,400 empleos directos. Para su operación, se requerirán alrededor de 700 trabajadores, además de la creación de 2,000 empleos indirectos. “Este proyecto no solo es una inversión en infraestructura, sino también en el desarrollo humano y económico de la región”, destacó el ejecutivo.
Con la ampliación de la capacidad productiva, Bolivia podría alcanzar la autosuficiencia en acero y fortalecer su posición en el mercado internacional.
