La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que ha experimentado un incremento en la venta de urea granulada durante los primeros siete meses de este año. En total, se han vendido 40.515 toneladas métricas (TM) de este fertilizante, con un 63% destinado al departamento de Santa Cruz, conocido como el corazón agrícola de Bolivia.
Según Gabriela Delgadillo Salazar, gerente de Productos Derivados e Industrializados de YPFB, esta cifra representa un aumento en comparación con el mismo período del año 2023, cuando se vendieron 39.283 toneladas de urea. Este incremento en la demanda refleja la importancia de este fertilizante en los cultivos del departamento de Santa Cruz, donde se producen cultivos como soya, sorgo, maíz, caña de azúcar, girasol y trigo, que requieren de la aplicación de urea para mejorar sus rendimientos.
Distribución del fertilizante urea en Bolivia
Del total de fertilizante producido en el complejo petroquímico de YPFB, el 34% se distribuyó en los departamentos de Cochabamba, La Paz y Tarija, mientras que el 3% restante se destinó a otros departamentos del país. Además de los agricultores y distribuidores mayoristas, YPFB también ha vendido urea a entidades públicas como el Ministerio de Defensa, la Empresa Estratégica de Producción de Abonos y Fertilizantes, Granorte S.A., Unión Centro Veterinario SRL y la Asociación Gremial Agropecuaria Unión de Cañeros Guabirá, entre otros.
Autosuficiencia en la producción de urea en Bolivia
Gracias a la capacidad de producción de la planta de urea de YPFB, Bolivia ha reducido significativamente la necesidad de importar este insumo, cubriendo el 99,99% del mercado local con producción nacional. Este logro no solo beneficia a los agricultores al reducir los costos, sino que también fortalece la economía local al mantener precios accesibles.
Proyecciones de ventas para el resto del año
YPFB estima que las ventas de urea seguirán creciendo y se espera superar las 70.000 toneladas para finales de este año. Este aumento en la demanda se verá impulsado por la próxima campaña de fertilización de caña de azúcar, uno de los principales cultivos en Bolivia.