Un equipo de investigadores alemanes ha logrado un importante avance en el campo de la robótica al desarrollar un sistema que permite a los robots tener sentido del tacto sin necesidad de utilizar piel artificial o instrumentación táctil. Esta innovación abre la puerta a una amplia gama de posibilidades de interacción física entre los seres humanos y los robots.
El enfoque, liderado por Maged Iskandar del Instituto de Robótica y Mecatrónica del Centro Aeroespacial Alemán DLR, permite al robot sentir e interpretar el contacto humano sin la necesidad de cubrir su superficie con costosas pieles biomiméticas o sensores especiales.
Un nuevo enfoque para la interacción física humano-robot
El sentido intrínseco del tacto propuesto en este trabajo ofrece la posibilidad de una interacción física más avanzada entre humanos y robots. Este enfoque permite un cambio hacia la adaptabilidad, la flexibilidad y el manejo intuitivo, superando las limitaciones de los métodos convencionales.
El estudio, publicado en la revista Science Robotics, destaca que el sentido del tacto es una propiedad fundamental que permite a los humanos interactuar delicadamente con su entorno físico. Sin embargo, equipar a los robots con sensores sensibles pero duraderos para interactuar físicamente con los humanos puede resultar costoso y complicado, especialmente en superficies grandes o curvas.
El uso de la instrumentación existente
Para superar estos desafíos, el equipo de Iskandar utilizó la instrumentación ya integrada en el sistema Safe Autonomous Robotic Assistant (SARA), un brazo robótico con sensores de fuerza y par en sus articulaciones de alta resolución. Estos sensores registran la fuerza aplicada, miden la posición y guían el movimiento del robot.
Gracias a los sensores y a la inteligencia artificial, el robot puede detectar dónde y en qué orden es tocado por un humano, percibiendo con sensibilidad el entorno que le rodea y localizando con precisión las trayectorias táctiles aplicadas sobre su superficie. Los investigadores combinaron esta capacidad con algoritmos de aprendizaje múltiple para interpretar el toque aplicado, demostrando que el robot puede reconocer números o letras trazadas sobre su superficie utilizando redes neuronales.
Ampliando las posibilidades de interacción
Además de reconocer números y letras, el sistema también permite la incorporación de botones virtuales y deslizadores en las superficies del robot, que pueden utilizarse para activar comandos o movimientos específicos. Esto amplía aún más las posibilidades de interacción física entre humanos y robots, proporcionando un sentido intuitivo y preciso del tacto.
El enfoque propuesto en este trabajo sienta las bases para una interacción física avanzada entre humanos y robots, permitiendo un cambio hacia la adaptabilidad, la flexibilidad y el manejo intuitivo. Esto abre oportunidades inexploradas en términos de interacción intuitiva y flexible entre el ser humano y el robot.