En una reciente entrevista en el programa LA PATRIA Radio, el viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Adams Hurtado, explicó la necesidad de someter a consulta del pueblo boliviano si se mantiene la subvención a los hidrocarburos. Según Hurtado, esta medida se debe a los altos costos que implica mantener este beneficio.
El país importa más del 85% del diésel que se consume y entre el 45% y el 50% de la gasolina, todo a precios del mercado internacional, que está cotizado entre 8 y 9 bolivianos. Sin embargo, se vende la gasolina a Bs. 3,74 y el diésel oíl a Bs. 3,72, lo que significa una pérdida millonaria para el país que podría invertirse en otros proyectos.
La subvención y su impacto en la economía
La diferencia entre los precios del mercado internacional y los precios de venta en el mercado interno se conoce como subvención. Según cálculos, esta subvención representa entre 1.800 y 2.000 millones de dólares anuales, que podrían destinarse a obras públicas como hospitales y carreteras, beneficiando así a la población.
Es por esto que se plantea la consulta al pueblo boliviano para decidir si se mantiene o se quita la subvención de los combustibles a través de un referéndum. El Presidente Luis Arce ha manifestado su intención de tomar decisiones escuchando la voz del pueblo.
Consideraciones técnicas, económicas y políticas
El viceministro Hurtado destaca que esta es una política que tiene consideraciones técnicas, económicas y políticas. En el pasado, en el año 2010, se intentó quitar la subvención y la gente salió a protestar, lo que llevó a una estabilización en ese momento. Por lo tanto, el Presidente Arce siempre trabajará escuchando las opiniones de la población.
Aunque quitar la subvención a los hidrocarburos no resolverá la escasez de combustible en Bolivia, el viceministro Hurtado asegura que se están implementando estrategias para encontrar los suministros necesarios y optimizar su distribución en todo el país, reduciendo costos y dando paso a nuevos productos.
Impulso a los biocombustibles
Una de las estrategias para abaratar costos en la importación de combustibles es impulsar el mercado de los biocombustibles. Actualmente, se mezcla la gasolina con etanol anhidro en un 12% de su volumen, lo que ayuda a evitar la compra de alrededor de 250 millones de litros a nivel internacional. Además, se está promoviendo la importación de vehículos flex fuel, que permiten un mayor octanaje de etanol en la gasolina.
En cuanto al biodiesel, ya se produce en el país con una planta en Santa Cruz, y se está construyendo otra en El Alto. Además, se espera la puesta en marcha de una tercera planta que brindará una producción de 12 mil barriles diarios, lo que cubriría una gran parte de la demanda del mercado interno.