El expresidente Evo Morales ha hecho una denuncia pública en la que afirma que el gobierno de Luis Arce está impulsando un pedido de extradición del exjefe antidroga Maximiliano Dávila a Estados Unidos. Morales sostiene que esta acción es parte de una estrategia política para implicarlo en narcotráfico.
Según Morales, la detención de Dávila fue planificada en colaboración con la embajada estadounidense desde 2021. El expresidente revela supuestas reuniones con la Administración de Control de Drogas (DEA) y ofrecimientos de dinero a cambio de información.
Morales niega vínculos con Dávila y denuncia maniobra política
Morales explica que durante su gestión solicitó la revisión de candidatos para diversas posiciones dentro del gobierno, incluyendo ministros, pero enfatiza que no tuvo contacto con Dávila antes o después de un evento en Chimoré. Según Morales, fue en ese evento donde conoció a Dávila por primera vez, cuando el exjefe antidroga llegó con una torta para la ocasión.
El expresidente sugiere que la detención y el pedido de extradición de Dávila son parte de una maniobra política orquestada por el gobierno actual de Luis Arce en colaboración con la embajada de Estados Unidos. Morales afirma que durante el período de septiembre a octubre de 2021, el entonces ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, solicitó una reunión con la encargada de negocios de la embajada estadounidense, Charisse Phillips. Según Morales, Phillips habría expresado explícitamente el deseo de detener a Dávila y ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por información que condujera a su captura.
Reuniones previas con la DEA y acusaciones de manipulación
Morales también alega que hubo reuniones previas con la DEA en 2021 para preparar la detención de Dávila. El exmandatario revela que cuando Dávila fue llevado a prisión en enero, el coronel habría protestado, gritando «solo me están haciendo esto para perjudicar a Evo». Además, menciona que, según informes de personas cercanas a Dávila, se le habría ofrecido reducir su condena a cambio de testificar en su contra.
A pesar de estas acusaciones, el exmandatario subraya que las investigaciones realizadas hasta el momento no han encontrado evidencia de ningún vínculo entre él y Dávila. Morales reafirma que nunca tuvo comunicación directa con el exjefe antidroga.
