El Alto Comisionado para los derechos humanos de la ONU, Volker Türk, advirtió ante el Consejo de Seguridad que la regresión en la situación de los derechos humanos en Corea del Norte es alarmante. En este país asiático, el simple consumo de una serie de televisión extranjera puede ser castigado con la pena de muerte.
Türk describió la vida en Corea del Norte como un entorno sofocante y claustrofóbico, donde la falta de libre movimiento y la represión de la libertad de expresión son moneda corriente. Además, las condiciones socioeconómicas son insoportablemente duras y se practica el trabajo forzado y las detenciones arbitrarias sin el debido proceso judicial.
Pena de muerte por consumir medios extranjeros
En Corea del Norte existe una ley específica que castiga el consumo o difusión de la llamada «cultura reaccionaria» con la pena de muerte en los casos más graves. Esta ley también permite penalizar a los padres por las acciones de sus hijos en relación a los medios de comunicación extranjeros.
Imposibilidad de abandonar el país
Los norcoreanos se enfrentan a la dificultad de abandonar el país sin un permiso específico del Gobierno, lo que agrava el problema de las familias divididas entre el norte y el sur de la península coreana.
Inseguridad alimentaria y represión
El acceso a la comida se ha convertido en un problema cada vez más grave en Corea del Norte. El Gobierno ha cerrado los mercados callejeros, centralizando la producción de alimentos y provocando inseguridad alimentaria en aproximadamente la mitad de la población en los últimos años.
La importancia del diálogo internacional
El Alto Comisionado Türk hizo un llamado a la comunidad internacional para que busque modos de reavivar el diálogo con Corea del Norte. Si el aislamiento de este régimen continúa, los problemas existentes podrían empeorar aún más, lo que resulta profundamente alarmante.