En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio, la Defensoría del Pueblo hace un llamado al Estado para que cumpla con su mandato legal de proteger a niñas, niños y adolescentes contra el trabajo infantil y la explotación económica. Según el Instituto Nacional de Estadística, en nuestro país, 739 mil menores están involucrados en alguna forma de trabajo, lo que representa un 24,4% de la población infantil.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el trabajo infantil como aquel que priva a niñas y niños de su niñez, potencial y dignidad. Según estimaciones de la OIT, en el año 2020, aproximadamente 160 millones de niños entre cinco y diecisiete años realizaron trabajo infantil a nivel mundial. De ellos, 79 millones estaban involucrados en trabajos peligrosos que ponen en riesgo su salud, seguridad o moral. En Latinoamérica y el Caribe, se estima que 8,2 millones de niños se encuentran en situación de trabajo infantil.
Un problema complejo que requiere acción conjunta
Es fundamental comprender que el fenómeno del trabajo infantil es complejo y requiere la corresponsabilidad del Estado, la sociedad y la familia para mejorar las condiciones de vida de esta población vulnerable. A pesar de los derechos establecidos para proteger a niñas, niños y adolescentes contra el trabajo infantil y la explotación económica, aún persisten omisiones que vulneran sus derechos.
La realidad en Bolivia
En Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (ENNA – 2016), se detalla que 132 mil menores tienen entre 5 y 9 años trabajando, 271 mil entre 10 y 13 años, y 321 mil entre 14 y 17 años respectivamente. Esto significa que más del 55% de la población laboral infantil en nuestro país es menor de 14 años.
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