En la ciudad de La Paz, un grupo de mujeres aimaras mayores de 60 años, conocidas como EcoWarmis, se dedican de manera activa al reciclaje y a la educación medioambiental. Estas mujeres, reconocidas por su chaleco distintivo y atuendo tradicional aimara, realizan una labor diaria crucial para reducir la concentración de desechos en los basureros y fomentar la separación de residuos entre la población.
Las EcoWarmis llevan a cabo su labor de reciclaje diariamente, contenedor por contenedor. Ya sea por la mañana, por la noche o incluso hasta la madrugada, estas mujeres se dedican a recolectar residuos para reutilizarlos. Sin embargo, su trabajo no está exento de riesgos debido a los objetos afilados que a veces encuentran en los desechos.
Educación y desafíos
Además de su trabajo de reciclaje, las EcoWarmis también se dedican a la labor educativa y enfrentan el desafío de ser estigmatizadas por algunos. Realizan concienciación «puerta a puerta» y facilitan la separación de residuos, entregando tarjetas con sus contactos para coordinar la recolección de materiales reutilizables.
Responsabilidad asumida
En La Paz, donde no existe un lugar centralizado para acopiar materiales reciclables, estas mujeres han asumido esa responsabilidad en sus propios hogares. Benita Zárate y Gregoria Mamani son ejemplos de dedicación y esfuerzo constante en esta labor. Según el Instituto Nacional de Estadística, Bolivia generó más de 1,6 toneladas de basura en el año 2023, siendo la mayoría material orgánico y plásticos.
La importancia del trabajo de las EcoWarmis
En la mayoría de los barrios paceños, la separación de residuos no se realiza de manera adecuada, lo que resalta aún más la relevancia del trabajo realizado por las EcoWarmis en La Paz. Estas mujeres aimaras mayores de 60 años son un ejemplo de compromiso y dedicación en la promoción del reciclaje y la educación medioambiental.
Fuente: EFE
